Entre el lunes y el miércoles de esta semana el Estado de Texas, corazón de la industria energética estadounidense, dejó a más de 4 millones de personas sin electricidad.

En momentos que un inmenso desplazamiento de aire glacial hacía caer la temperatura hasta 18 grados centígrados bajo cero, en la gran ciudad de Dalas, donde esta fecha la temperatura normal es de 15 grados sobre cero, los termómetro marcaron 10 grados bajo cero.

La racha de aire glacial dejó en tres día un saldo de más de 31 personas muertas por el frío, un hombre de 58 años murió de frío encogido en un sillón dentro de su casa. El sufrimiento de la gente es difícil de imaginar, sintiendo a oscuras cómo el frío los iba abrumando y los efectos económicos son dolorosos en la gente común.