En diálogo con el reconocido periodista español Carlos Herrera y en pleno rebrote pandémico en Europa, Julio Iglesias confesó los temores que le causa el nuevo coronavirus.

“Estoy escondido porque soy una persona de alto riesgo. Convivo con las personas que sé que no salen fuera. Soy cada vez más ermitaño. Tengo pánico al covid-19”, relató el artista de 77 años.

Por lo mismo, hizo un llamado explícito al autocuidado, pero también a la generosidad de los más jóvenes hacia sus mayores.

“Soy una víctima más de los cientos de millones que sufren esta pandemia. Y doy un reproche a los jóvenes que no tiene responsabilidad con sus padres y abuelos. La generosidad es saber que puedes matar a tus padres y abuelos”, dijo.

Por el momento, Iglesias se mantiene alejado de los escenarios en su residencia en Estados Unidos, a la espera que las condiciones sanitarias mejoren en España y el mundo.

“Tengo ganas de volver a trabajar, pero me parece imposible en estos momentos porque no sabemos cómo la gente va a poder volver a los conciertos. El tema de la vacuna es complicado”, aseguró el intérprete, que acaba de colaborar con Andrés Calamaro para una reversión de Bohemio, estrenada por el argentino en 2013.

“El escenario es donde yo vivo. En estos momentos estoy sobreviviendo. Mi vida es muy aburrida y no tengo ganas de ser creativo”, reflexionó.

Desde el confinamiento, el ícono de los “memes” cuando el calendario marca Julio dedicó palabras al país ibérico, lugar con el que se mantiene en permanente contacto.

“Yo vivo en España siempre. Todo lo que como y bebo es español. Mis recuerdos viven y mueren en España. Mis hijos nacieron en Estados Unidos pero son españolísimos”, agregó Iglesias, quien también recordó a uno de sus grandes amigos del fútbol: Diego Maradona.

“Conocí a Maradona en el Camp Nou de Barcelona y cantamos ‘Caminito’ Diego, Plácido Domingo y yo (…). Ha sido una buena persona, pero ha tenido una vida complicada en algunos momentos. No se puede ser campeón si no eres campeón del alma”, señaló.

“Y Maradona tenía la virtud de ser campeón del alma. Hizo que el fútbol fuese diferente. He estado varias veces con él en Argentina y siempre me ha caído muy bien. Un campeón sólo tiene un alma de campeón”, añadió.