"Esta película nos advierte del peligro que podemos correr si empezamos a cuestionar la democracia y los derechos humanos. Espero que la película ayude a la conversación", señló la actriz Paula Luchsinger.

“El Conde”, la nueva película de Pablo Larraín donde imagina a Augusto Pinochet como un vampiro, debutó en el Festival de Cine de Venecia con una larga ovación.

Cinco minutos duraron los aplausos una vez que concluyó la proyección del filme, que contó con presencia del chileno y parte del elenco: Gloria Munchmayer, Paula Luchsinger y Alfredo Castro.

“Pinochet nunca enfrentó a la justicia y eso lo convirtió en un hombre que vivió y murió en libertad y de hecho, muy rico. Esa impunidad lo hizo eterno, como un vampiro”, comento Larraín en la rueda de prensa del filme, que compite por el León de Oro de “la Mostra”.

La película es descrita como “una comedia negra que retrata al dictador Pinochet (Jaime Vadell) como un vampiro despiadado y centenario que, tras fingir su propia muerte, vive escondido en un frío páramo de su país”.

“En su vida no escatimó en crímenes y avaricias, alimentado por su insaciable apetito por el mal, pero en los últimos tiempos un nuevo deseo ronda por su cabeza: abandonar el don de la eternidad dejando de beber sangre y corazones exprimidos, claudicar y morir”, detalla un reporte de la Agencia Efe, presente en la versión 80 del festival.

“Esa rendición es vista como una oportunidad por su pérfida esposa, Lucía Hiriart (Gloria Münchmeyer), que sueña con la vida eterna, pero con otros propósitos, así como por sus hijos, que acuden a su casa en busca de la inmensa fortuna que el dictador amasó”, añadió.

La película debutará en salas de cine chilenas el próximo 7 de septiembre, a 4 días de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. En Netflix, debutará el 15 de septiembre.

Pablo Larraín y “El Conde”: “Hay ciertas personas que creen que Pinochet no debe ser filmado”

Para Larraín, la intención de “El Conde” es poner en relieve la impunidad con que operó Pinochet hasta sus últimos días de vida.

“Lamentablemente ese caso es conocido y llega bastante tarde, pero también sabemos que cantidad de personas que cometieron algunos de esos crímenes están libres y esa cantidad de personas es mucho más alta que quienes han afrontado procesos judiciales”, agregó.

“No sabemos dónde están muchos de esos cuerpos, no sabemos quiénes hicieron esos crímenes, no sabemos quiénes produjeron las torturas. Hay algunas personas que están presas. Esa impunidad yo creo que es lo que tiene fracturado Chile”, señaló.

“Hay ciertas personas que creen que Pinochet no debe ser filmado, que creen que su figura no debe ser filmada o nunca o que todavía es muy reciente. Yo creo que el mal sí puede y debe ser filmado, debe ser retratado”, alegó el director de “Post Mortem” (2010), “Jackie” (2016) y “Spencer” (2021), entre otras.

En la conferencia, Larraín también equiparó a Pinochet con el dictador español Francisco Franco: “Compactan el placer por la maldad y la poca inteligencia. Fueron un poco los bufones de otros grupos de poder que quisieron ponerlos ahí o apoyarlos en ese ejercicio”.

Para mostrar este fenómeno, incluyó el personaje de Carmencita (Paula Luchsinger), una monja que llega a la guarida de “El Conde” para exorcizarlo y que termina tentada por el mal.

“Desafortunadamente hoy en día hay un resurgimiento de la figura de Pinochet, de la extrema derecha en Chile (…). Esta película nos advierte del peligro que podemos correr si empezamos a cuestionar la democracia y los derechos humanos. Espero que la película ayude a la conversación”, afirmó la actriz.