“No importa si el lugar es miserable o sucio, se trata de hacerlo propio, aunque sea por tres días. Y esos objetos eran su manera de hacerlo.” (Objetos protectores, pp 35)

El libro de cuentos de Daniel Ramírez, Doctor en Ética y Filosofía Política de la Universidad de Paris-Sorbonne, son diversos, de mundos que pareciera no se tocan. Si embargo tienen en común el observar la importancia de ciertos momentos, encuentros y desencuentros, de detalles. Todo bañado por una cierta luz de melancolía, una sensación de pérdida, de derrotas, grandes o pequeñas.

La caligrafía secreta de las vidas

Un experto en arte que trabaja, en muchas ocasiones, prestando servicio en el millonario mercado de obras robadas. Una unidad de excombatientes de la guerra de Vietnam que mantienen, año a año y de manera cada vez más precaria, la farsa de una versión que oculta la verdad. Un militante que recibe mensajes de una hermosa joven a través de papelitos dejados en un libro de Don Quijote de la Mancha en una librería en Providencia, durante la dictadura. Un alcalde amante del hormigón y del progreso enfrentado a su eterno rival, un ecologista furibundo…

Estos son parte de los personajes y de las historias que van apareciendo en estos catorce relatos cortos. Relatos bien escritos, claros, concisos. Algunos más cerebrales, otros más emotivos (sospecho que estos últimos están más relacionados a su vida). En todos, de una u otra forma, se siente una búsqueda de sentido de vida, de verdades, de un comprender más allá de lo evidente, de lo obvio. Y, junto a ello, la sensación de que nunca se llega, que siempre algo -poco o mucho- se pierde.

Incluso cuando la vida material se ha reducido al mínimo, pareciera que Daniel Ramírez quisiera transmitir el mandato casi ético de buscar, de indagar, de perseverar. Y que ello es realmente posible cuando se asume que nunca se llegará, que es un camino sin fin que alguna vez abandonaremos.

“-Todas las músicas tienen las indicaciones del tempo del compositor, pero también su pulsación propia, que los intérpretes sienten cada cual a su manera. Por eso solo algunos grupos de cámara pueden tocar así, como si fueran un solo músico.” (Milagro en Arica, pp 112)

Tal vez Daniel Ramírez busca el tempo y sentir las pulsaciones de las cosas, de los hechos, de las personas, de sus almas y sus laberintos. O invitarnos a ello.

En relatos tan cuidados, trabajados. En un libro de un equilibrio delicado, con un desarrollo y unidad sutiles, resultan muy perturbadores errores menores pero reiterados de edición.

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RIL editores

La caligrafía secreta de las vidas

Daniel Ramírez
RIL editores

Octubre de 2022, Santiago de Chile