Antes del "Terremoto de Valdivia", el más grande desde que se llevan registros, hubo tres terremotos en el lapso de 34 horas. Incluido el poco recordado terremoto de Concepción, donde colapsara el 35% de las construcciones de esa ciudad y el 60% de las de Talcahuano.

El 21 de mayo, a las 6 de la mañana, se produjo el primer sismo, grado 8,3 y con una duración de 35 segundos, con epicentro cerca de Cañete.

Archivo fotográfico Alejandro Mihovilovi, Biblioteca Municipal de Concepción, Pacheco 1997 (c)
Archivo fotográfico Alejandro Mihovilovi, Biblioteca Municipal de Concepción, Pacheco 1997 (c)

Conocidas son, de este primer terremoto, el desplome de una sección del “puente Viejo”, el que colapsara definitivamente en el terremoto de 2010. En ese terremoto colapsó el 60% de las construcciones de Talcahuano y un tercio de las de Concepción (según cifras oficiales, hubo 125 muertos en la capital regional). Hay que considerar que, en el terremoto de 1939, Concepción ya había perdido las construcciones que rodeaban la Plaza de la Independencia y de gran parte de la ciudad.

El segundo terremoto fue 24 horas más tarde, a las 6:30 horas del 22 de mayo, con epicentro en el Parque Nacional de Nahuelbuta, en la Araucanía, con una intensidad de 7,1.

Ocho horas más tarde, a las 14:46 horas de ese 22 de mayo se produjo un tercer terremoto, con epicentro en las cercanías de Purén, en la Araucanía, con una magnitud de 7,8. Este terremoto de alguna forma alertó a las personas del siguiente…

Quince minutos después, se produjo el gran “Terremoto de Valdivia”, el más intenso del que se tenga registro: 9,5 grados, y una duración que cifran entre 9 y 14 minutos. Este terremoto significó el hundimiento de sectores importantes de la ciudad como de grandes extensiones de zonas rurales en sus alrededores.

Queule antes y después del maremoto, xataca.com (c)
Queule antes y después del maremoto, xataca.com (c)

Luego vino un gran maremoto que afectó diversas localidades del sur del país, como Corral (con olas de 8 metros), a regiones tan alejadas como Japón y Hawaii, donde llegaría 15 horas más tarde olas de hasta 10 metros de altura y dejando un saldo de 185 y 61 fallecidos respectivamente.

Publimetro (c)
Publimetro (c)

“El riñihuazo”

Una de las grandes hazañas realizadas a partir de los desastrosos efectos del “Terremoto de Valdivia”, fue “El riñihuazo”. El terremoto había provocado una serie de derrumbes que bloquearon el río San Pedro, desagüe del Lago Riñihue. Sin desagüe, el lago empezó a subir de manera progresiva -llegando a subir en las semanas siguientes alrededor de 14 metros- inundando las construcciones que había en sus bordes. La mayor amenaza era que se generara un gran alud que arrasara con todo a su paso, incluida la ya dañada ciudad de Valdivia. Esta situación impulsó a realizar, contra el tiempo, urgentes obras de ingeniería, la mayoría de ellas hechas por más de 400 obreros a pala, realizando un canal en los tres derrumbes que permitieran salir el agua acumulada..

Esta hazaña quedó registrada en el notable documental “El Riñihuazo, gran Terremoto Valdivia 1960”
https://www.youtube.com/watch?v=VviEMsig4r4

Otro documental sobre esta hazaña es documental “El último héroe del riñihue”

https://www.youtube.com/watch?v=QbkDaY53Q1w

Después de tanta tragedia, en Chile se produjeron otros dos terremotos: el 6 de junio se produjo un terremoto en Aysén grado 7,8 y el 2 de diciembre fue el turno de Taltal, con un sismo grado 7,3.

La larga lista de terremotos han producido una notable capacidad de los habitantes del país para vivir estos eventos y grandes cambios en la forma de calcular y de construir, pero no tanto en la capacidad de respuesta del Estado, de las instituciones y de las comunidades.