Sebastiana Kespi, la primera actriz indígena de Bolivia, falleció este miércoles a los 77 años, después de protagonizar en 1953 un cortometraje que se convirtió en un ícono de la filmografía boliviana.

La cinta Vuelve Sebastiana, de 27 minutos de duración, oscila entre el cine testimonial, costumbrista y político, y por su relato tiene un alto valor antropológico.

Cuenta la historia de una niña pastora de 7 años de la etnia uru-chipaya que impelida por la pobreza sale de su comunidad rumbo a un pueblo vecino donde traba amistad con un niño aymara. Su abuelo va en su búsqueda e intenta convencerla de retornar a su pueblo.

El filme fue dirigido por el celebrado cineasta boliviano Jorge Ruí y escrito por Luis Ramiro Beltrán, premio McLuhan-Teleglob 1983.

El presidente Evo Morales lamentó en un tuit la muerte de la actriz “que llevó en alto el nombre de los Uru Chipaya al hacer conocer la grandeza de esa cultura”.

El embajador de Francia en Bolivia, Denis Gaillard, tuiteó que conoció a Sebastiana hace un año y dijo que se trataba de “una grande dama, una formidable representante de la cultura Uru Chipaya y una mujer valiente con energía comunicativa”.

Sebastiana recibió en 2017 el galardón internacional Memoria del Mundo, otorgado por la Unesco.