Las autoridades de Buenos Aires aplicaron una multa de 77.000 pesos (5.100 USD) a por lo menos dos autos de Uber, que sigue operando pese a que la justicia suspendió a la empresa un día después de su lanzamiento.

“Son multas de 77.000 pesos porque no es una infracción de tránsito sino una actividad ilegal“, explicó al canal TN el secretario de Transporte de la comuna capitalina, Juan José Méndez.

La empresa, una multinacional de transporte desregulado e informático, ignoró por igual la orden judicial y la intimación de la comuna de la capital argentina.

Méndez admitió que la empresa no pudo ser notificada de la clausura debido a que no está registrada ni tiene dirección en la capital argentina, lo que implica fraude fiscal por evasión de impuestos. Sus autos carecen de verificación técnica y sus choferes no tienen licencia profesional ni tampoco están asegurados.

En un comunicado publicado en su cuenta en Twitter, la empresa aseguró que “Uber sigue operando con normalidad y sirviendo a nuestra gran comunidad de socios y usuarios en Buenos Aires”.

“No ha sido prohibido, suspendido ni dado de baja”, agregó el texto que desestima la medida cautelar dispuesta por la justicia porque “no hay sentencia de fondo”. Un mensaje en el mismo sentido fue enviado a los socios (los conductores).

En cambio, según la ley, el amparo implica cesar de inmediato actividades, en espera de la sentencia.

Uber defendió su “rol de intermediario tecnológico” entre un conductor y un pasajero, y agregó que la aplicación “está registrada en el exterior y cumple con todas sus obligaciones”.

La prensa local dijo que Uber tiene 25.000 choferes registrados, recibió 20.000 pedidos de viaje en su primer día y hubo 90.000 descargas de la aplicación para teléfonos.

La justicia de Buenos Aires suspendió a la empresa con una medida cautelar al darle la razón a sindicatos y propietarios de 38.000 taxis que presentaron un amparo contra lo que consideran “competencia desleal“.

Macri defiende a taxistas

El presidente Mauricio Macri respaldó la posición de la alcaldía de Buenos Aires, de su mismo signo político, de “defender a los taxistas que son un símbolo no solo de la ciudad sino de Argentina”.

Sin embargo, dijo que el gobierno está frente a un desafío debido a “un problema en el avance de la tecnología y las alternativas que nos presenta”. Las empresas de taxis en Buenos Aires también tienen aplicaciones tecnológicas.

La aparición de Uber en el mercado provocó la reacción de conductores registrados que convocan a una nueva protesta masiva para el viernes con 25 bloqueos de calles programados.

Los demandantes son cinco organizaciones de dueños y empleados. Buenos Aires es una de las megalópolis de Latinoamérica con 13 millones de habitantes si se incluye la periferia.

Uber ofrece viajes más económicos que el valor que cobran los clásicos autos de color negro con techo amarillo. Sus autos contratados operan en más de 400 ciudades en el mundo con un multimillonario capital patrimonial, según la firma.

Marchas con millares de taxistas contra la aplicación se han realizado en Madrid, Bogotá, Yakarta, San José de Costa Rica, Londres y Sao Paulo, entre otras ciudades. En Estados Unidos soportan denuncias judiciales por abusos.