El requerimiento en Contraloría que hiciera la empresa Servitrans contra el Concejo Municipal de Osorno, y en específico por aquellos ediles que votaron en contra de la adjudicación de los servicio de recolección de basura, ha demostrado lo presionados que están los concejales a la hora de participar en procesos licitatorios.

Y es que finalmente, independiente de si se aprueba o rechaza una moción, los concejales pueden ser requeridos al organismo contralor si es que una empresa se siente afectada por la determinación del cuerpo colegiado.

Para Osvaldo Hernández, concejal DC, todo esto es un chiste, pues ante tal escenario el concejal no puede ejercer con libertad el rol fiscalizador.

Para el presidente de Capítulo de Concejales de la región de Los Lagos, esta situación ya es conocida y ha sido denunciada por años, no recibiendo una respuesta desde el Parlamento.

A su juicio, ante este panorama es necesario que los ediles tengan asesorías legales y técnicas para enfrentar estos proceso, aún cuando de todas formas seguirán limitados.

Para el UDI Víctor Hugo Bravo Chomali, los contratos licitarios debieran ser revisados por organismos ajenos al municipio, tal como lo expuso en la sesión del Concejo Municipal.

Finalmente, el también gremialista Daniel Lilayu cerró planteando la pregunta de si acaso Servitrans hubiese llevado a los que votaron en su contra a Contraloría si es que los resultados hubieran sido a su favor. Probablemente no, comentaba.

Como conclusión cabe preguntarse si finalmente es necesaria la realización de una votación del Concejo Municipal ante este tipo de procesos adjudicatorios, pues finalmente se realizan para ratificar una postura previa, de rechazo o aprobación, todo legal eso sí, pero que vuelve su participación casi intrascendente.