Dejar a alguien porque ya no lo amas, te fue infiel o cometió una falta de respeto grave hacia ti, no es raro, pero ¿qué motiva a quienes terminan con su pareja pese a amarla profundamente y no haber ocurrido nada de lo anteriormente mencionado?

En un artículo titulado “Por qué las mujeres abandonan a los hombres que aman: Lo que todo hombre debe saber”, el consejero matrimonial y terapeuta de parejas Justice Schanfarber explica una realidad muy común a la que pocos prestan atención.

“Como consejero matrimonial trabajo con hombres y mujeres cuyas relaciones están en crisis, ayudándolos a manejar numerosas cuestiones. Mientras que muchas situaciones son complejas, hay una verdad profundamente simple que los hombres necesitan saber: Las mujeres dejan a los hombres que aman”, comienza explicando el especialista en la columna publicada en el diario electrónico Huffington Post.

“Se sienten muy mal, se les desgarra el corazón por ello, pero lo hacen. Reúnen coraje y recursos y se van. Las mujeres dejan a hombres con los que tienen niños, hogares y vidas”, asegura.

De acuerdo a Schanfarber, las mujeres rompen sus relaciones por muchas razones, pero -según él- hay una razón que se repite constantemente: Las mujeres se van cuando se sienten ignoradas, cuando sienten que su pareja no está presente.

Casi siempre se trata de hombres que por diferentes motivos se preocupan poco de su pareja: Trabajan mucho, dedican demasiado tiempo a los juegos, a la televisión, o cualquier cosa,

“Éstos no son hombres malos. Son buenos hombres. Son buenos padres. Apoyan a su familia. Son agradables y simpáticos. Pero ellos toman a su pareja por sentada. No están presentes”, dice el terapeuta.

Justice señala que esto lleva a que muchas mujeres se sientan invisibles y no amadas.

“Hombres, yo no estoy diciendo que esto está bien o mal. Estoy diciendo lo que veo. Puedes enojarte, sentirte o indignarte, como quieras. Tu esposa no es de tu propiedad. Ella no te debe su alma. Te la ganas, día a día, momento a momento. Tú te la ganas sobre todo con tu presencia, tu vitalidad. Ella quiere sentir. Ella quiere hablar contigo sobre lo que le importa y sentir que la escuchas. No asintiendo cortésmente.”, señala.

Justice agrega que las mujeres desean que su pareja sienta profundamente, en todo orden de cosas. “Ella no quiere que andes ausente por la vida y tengas sexo a la rápida. Ella quiere sentir tu pasión. ¿Puedes sentir tu pasión? ¿Puedes mostrársela? No sólo tu pasión por ella o por el sexo, tu pasión por estar vivo ¿La tienes? Es la cosa más atractiva que posees. Si la has perdido, ¿cuál es la razón? ¿A donde se fue? Descúbrelo. Encuéntrala. Si nunca lo descubriste, no estás viviendo realmente”, enfatiza.

¿Cómo remediar la situación?

El experto dice que estar presente es escucharla, mirarla profundamente, mantener esa mirada por más tiempo de lo habitual y sentirte cómodo. Ella quiere que la veas profundamente, que tengas curiosidad por ella, pese al tiempo.

Por otro lado, el terapeuta señala que estar presente también es tocarla, pero de verdad, con dedicación. “Antes de poner tu mano sobre ella, nota la sensación en tu mano. Observa lo que sucede al momento de hacer contacto. ¿Qué pasa en tu cuerpo? ¿Qué sientes? Nota las sensaciones más sutiles y emociones. (Esto a veces se describe como la atención plena.) Dile todo lo que estás notando, momento tras momento”, aconseja él.

Aunque estés ocupado, y sientas que no tienes tiempo para esto, el experto dice que puede ser un momento breve, pero valioso. “¿Qué hay de cinco minutos? Cinco minutos al día ¿Te comprometes a eso? No estoy hablando de cenas extravagantes o salidas nocturnas (aunque eso está muy bien, también). Estoy hablando de unos cinco minutos al día para estar completamente presente con la mujer con que compartes tu vida. Para estar completamente abierto a escuchar y ver sin juzgar. ¿Lo harás? Apuesto una vez que comiences, una vez que le tomes el gusto, no dejarás de hacerlo nunca más”, finaliza.

Schanfarber aclara que -aunque es menos común- esta dinámica también puede ocurrir inversamente, es decir, que sea el hombre el que se siente dejado de lado e incluso se puede dar en parejas del mismo sexo. El punto es que jamás debes dar a tu pareja por sentada, si lo/a amas demuéstralo antes de que sea demasiado tarde.