S.W Curanilahue S.A -dueño de la mina Santa Ana- ostenta una larga y millonaria lista de multas, además de varias sanciones cursadas por la Dirección del Trabajo. El problema es que la empresa no está obligada a pagar, ya que no existe castigo para quien no cancele estas deudas.

A un mes de que se depusiera la huelga que mantuvo a más de 70 hombres al fondo de la mina Santa Ana – a 350 metros de profundidad – por el no pago de sueldos y cotizaciones de parte de la empresa S.W. Curanilahue, los trabajadores aún no reciben sus sueldos y no hay luces de los dueños de esta empresa, que tampoco ha cancelado la larga lista de multas que ha cursado la Dirección del Trabajo.

La lista comienza con el no pago de remuneraciones de 174 trabajadores, con una multa de más de $7 millones y una denuncia por la vulneración de derechos fundamentales, que desembocó en la suspensión de la faena de la mina Santa Ana. Eso sí, se mantiene la relación laboral y con esto la obligación de la empresa a pagar las remuneraciones.

Paulo Otárola, director regional de la Dirección del Trabajo señaló que en los últimos 4 años S.W Curanilahue S.A tiene una deuda superior a los 60 millones de pesos en multas impagas, pero que como servicio “no puede cobrarlas”.

Agregó que producto de una falencia del Estado, no existe una sanción para quien no pague, por lo tanto S.W Curanilahue S.A. podría perfectamente no cancelar nada.

El titular de la Dirección del Trabajo argumentó que la única sanción que puede rebotar a esta compañía, es que mientras mantenga la deuda no puede trabajar con ninguna empresa gubernamental, reconociendo que como Estado están al debe con respecto a las garantías que se entregan frente a una empresa que no paga, desaparece y se desentiende de sus obligaciones con los trabajadores.