El presidente boliviano Evo Morales rechazó este martes “rotundamente” un informe de Estados Unidos en el que acusó a Bolivia de fracasar en la lucha contra el narcotráfico y señaló que, en todo caso, es la política antidroga de Washington que falló en países como Colombia.

“Yo quiero rechazar rotundamente esta afirmación del departamento de Estado de Estados Unidos, cuando la lucha contra el narcotráfico del Estado boliviano es modelo para el mundo”, afirmó el gobernante en una conferencia de prensa, en respuesta a un reporte de la Casa Blanca.

Según un memorando presidencial distribuido por la Casa Blanca, el mandatario Barack Obama designó a Bolivia, Venezuela y Myanmar como países que “fallaron manifiestamente en los últimos 12 meses en adherirse a sus obligaciones bajo los acuerdos internacionales antinarcóticos”.

Bolivia, Venezuela y Myanmar ocupan ese listado al menos desde 2009.

Morales señaló que es, en todo caso, la política estadounidense con la interdicción al tráfico de estupefacientes la que ha fallado. Y puso como ejemplo el caso de Colombia, donde el problema “ha crecido”.

“En la región andina, en Colombia, lamento mucho, en Colombia hay siete bases militares, no sé cuántos miembros de la DEA norteamericana, no tengo datos, (pero) se hablan de miles” de agentes, señaló el mandatario.

Luego acotó sobre la presencia de Estados Unidos en la región suramericana: “en Colombia está la IV Flota Naval en el Pacifico y año, termino medio, recibe 120 millones de dolares de apoyo militar”, lo que no ha redundando en una eficiencia antidrogas.

También puso como ejemplo que Bolivia redujo en el último año sus plantaciones de cultivos de coca, materia prima para fabricar cocaína, de 23.000 hectáreas a 20.400, mientras que en Colombia han crecido los cocales “de 48.000 hectáreas a 69.000″.

El izquierdista Morales, quien se forjó políticamente como líder de los cultivadores de coca de la región del Chapare (centro), con un discurso antiestadounidense, expulsó en 2008 por separado al embajador de Estados Unidos y a la DEA, acusándolos de apoyar un supuesto complot de la derecha local.

La asistencia norteamericana en logística y la ayuda económica e inteligencia se redujo al mínimo, mientras Bolivia suele disponer un presupuesto de 20 millones de dólares anuales para la lucha antidrogas, con asistencia financiera de la Unión Europea.

Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína en el mundo, detrás de Colombia y Perú, según las Naciones Unidas.