El presidente ucraniano Petro Poroshenko acusó el lunes a Rusia de haber enviado en los últimos días importantes refuerzos a los separatistas prorrusos del este de Ucrania, pocas horas antes de una cumbre en Berlín sobre la crisis ucraniana.

Poroshenko debe presentar sus propuestas para una “desescalada” del conflicto durante un encuentro el lunes por la tarde con la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande.

Es la primera vez desde la firma de los acuerdos de paz de Minsk, en febrero, en que los líderes francés, alemana y ucraniano se reúnen sin su par ruso, Vladimir Putin.

La ausencia del presidente ruso “significa que antes del encuentro en el formato Normandía (que incluye a Rusia) Ucrania, Francia y Alemania deben coordinar sus posturas”, explicó Poroshenko, que añadió que podría haber una reunión entre esos cuatro países en septiembre.

“Tenemos que procurar que Rusia respete los acuerdos de Minsk”, prosiguió el presidente ucraniano. Esos acuerdos instauraron un alto el fuego que ha sido sistemáticamente violado.

Una conferencia de prensa de los tres dirigentes está prevista a las 16H45 GMT.

Antes de viajar a Berlín, Poroshenko, acusó a Rusia de haber enviado esos importantes refuerzos a los separatistas del este del país.

“Esta semana, tres grandes convoyes militares cruzaron nuestra frontera en dirección a Lugansk, Donetsk (capitales de las regiones rebeldes, ndlr) y Debaltseve (punto estratégico que une a ambas capitales, ndlr)”, declaró Poroshenko que participó en un desfile militar en el centro de Kiev para conmemorar el 24º aniversario de la independencia de Ucrania, una exrepública soviética.

“Moscú ha suministrado a los rebeldes cerca de 500 carros, 400 sistemas de artillería y 950 vehículos blindados”, precisó el jefe del Estado ucraniano que no precisó cuándo se produjeron esas entregas.

Rusia “sigue sin renunciar a la idea de una intervención directa o al asalto de los rebeldes en el interior del país” pese a las sanciones occidentales que “socavan la economía rusa”, dijo el presidente ucraniano.

Según él, 50.000 soldados rusos están desplegados en la frontera de Ucrania y 9.000 responsables militares rusos forman parte de los 40.000 hombres que se enfrentan a las fuerzas ucranianas en el Este separatista prorruso.

Kiev y los occidentales acusan a Rusia de armar a los rebeldes del Este y de haber desplegado tropas regulares, lo que Moscú refuta de plano.

Más de 6.800 personas, principalmente civiles han muerto desde el inicio del conflicto en abril de 2014.

Guerra por la Independencia

Para Poroshenko, en el futuro, Ucrania será como una persona que tendrá “que caminar sobre una fina capa de hielo en la que cada paso imprudente le será fatal”.

“La guerra por la Independencia sigue y solo podemos vencer reuniendo esfuerzos militares, talento diplomático, responsabilidad política y una paciencia de hierro”, concluyó.

Soldados que combatieron a los rebeldes separatistas desfilaron por el centro de la capital con motivo de esta fiesta de la independencia, saludados por ucranianos, algunos de los cuales portaban camisas bordadas tradicionales.

En Donetsk, bastión de los rebeldes prorrusos, unas 300 personas se congregaron en el centro de la ciudad para denunciar lo que llamaron “la Jornada de la Dependencia de Ucrania” y lucieron pancartas en las que se podía leer “¡No al fascismo!” o “Poroshenko, tienes las manos manchadas de sangre”, según constató una periodista de la AFP.