Una apasionante lectura espera al lector que dé cuenta de las casi 500 páginas que recogen un verdadero diario de vida de un soldado que participó en la Guerra del Pacífico, el conflicto en la Araucanía y la Guerra Civil de 1891.
Primera Parte: La Guerra del Pacífico
Este relato comienza con la primera destinación militar del joven abogado José Miguel Varela, quien voluntariamente se une en 1879 al “Regimiento de Granaderos a Caballo”, iniciando una destacada y meteórica carrera militar. Destaca en Varela un enorme sentido del honor y el deber -que lo acompañará por siempre- y que en el Chile de hoy parece un cuento de otro país o de otros habitantes.
Embriagado por el patriotismo que permea al país en contra de Bolivia y Perú, Varela se enrola para ser parte del mayor ejército de América en su tiempo: más 50.000 hombres en armas. Allí se unen “peones, estibadores, profesores, campesinos, estudiantes, artistas, talabarteros, albañiles, sastres y cientos de civiles unidos bajo la misma bandera, buscando la gloria y ofreciendo lo más valioso de cada uno: la vida”
Página tras página Varela es pródigo en entregar detalles, tanto de cómo se organizaba la vida militar como la civil, con pasajes que revelan la idiosincrasia chilena de finales del siglo XIX. Notable y hasta en un grado lacónico, es su descripción de la llegada de la luz eléctrica a Santiago.
El campo de batalla, en el ahora norte nacional y parte del Perú ofrece según su autor lo mejor y lo peor que pueda brindar el ser humano: hechos temerariamente heroicos, que se mezclan con dantescas escenas de guerra en un combate.
Pero más allá del relato histórico, que por supuesto atrapa al lector, es la forma de cómo a través de las palabras de José Miguel Varela descubrimos un Chile unido, cercano y republicano, que aunque amalgamados tras un conflicto bélico, en la mayoría de los casos nos entrega un chileno desprendido, arrojado y perseguidor del bien común y la gloria, tan lejos del chileno común de hoy preocupado por la plata y el descompromiso en general.
Varela vive en la Guerra del Pacífico una particular, atractiva y vertiginosa vida, que va desde ser profesor a los soldados analfabetos, pasando por uno más en el fiero combate, hasta ser el encargado de la numerosa y valiosa biblioteca nacional del Perú, de donde y como botín de guerra, el gobierno de Chile trajo al país miles y miles de ejemplares.
José Miguel es un cronista excelso que deja en sus reportes el sentir de un civil que en poco tiempo debe convertirse en un soldado enfrentado a lo complejo, novedoso y difícil de la vida en guerra, para alguien que no eligió las armas como vocación. En sus palabras y vivencias Varela junto con sus compañeros de armas, se reconoce como una digna casta de chilenos que lo entregan todo por su país.
Pero cual pago de Chile, Varela se siente traicionado por los políticos de la época que no reconocen en vida el valor de los miles y miles de soldados en guerra, a quienes ni siquiera sus sueldos pagan y mucho menos se hacen realidad las pensiones para los veteranos prometidas tantas veces.
Este es un libro que seguro gustará a los amantes de la historia, ya que lo reseñado por Varela y su tiempo, es una verdadera novela histórica.
Pero su camino en el ejército y la política no termina con la Guerra del Pacífico. Varela sigue su devenir en la Araucanía, en donde le toca desempeñar un importante cargo político que deja en claro el acaparamiento ilegal y sistemático de tierras por parte de los colonos en la Araucanía. Otro capítulo y final dice relación con su casi trágica participación en la Guerra Civil de 1891, tema que será parte de la próxima entrega.
Título: Un veterano de tres Guerras. Recuerdos de José Miguel Varela.
Páginas: 478
Autor: Guillermo Parvex
Editorial: Academia de Historia Militar.
