Hay muchos mitos en torno a la salud íntima femenina que no tienen respaldo científico y otros que quedan en la incógnita para algunas mujeres que no se atreven a consultar al médico.

Por lo mismo, el ginecólogo estadounidense Nicky Hjort reveló a la revista femenina Verily Mag, algunas cosas que considera que todas las mujeres deberían saber, pero que a veces temen preguntar.

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Conoce cuáles son a continuación.

1. No hay una cantidad establecida de flujo vaginal considerado “normal”

Mientras algunas mujeres expulsan flujo vaginal todos los días, en otras sólo aparece cuando están en determinados momentos del ciclo menstrual. Nicky Hjort indica que en las vaginas sanas este líquido suele ser transparente, o blanco semitransparente y que por regla general un flujo no es normal cuando algo cambia. Por ejemplo, frecuencia o cantidad inusual, etc.

El embarazo, los cambios hormonales antes de la ovulación o la menopausia pueden incrementar la presencia de flujo vaginal, dice el médico.

Asimismo, debes preocuparte, si además notas cambios en el olor o color de tu flujo. En este caso, debes acudir a un médico. Hjort subraya que es aún más urgente visitar al ginecólogo si sufres de irritación, dolor o picazón vaginal.

2. No todos los granitos en esa zona son iguales

Cuando ves granitos en tu zona íntima, es fácil que pienses cosas terribles, como que tienes una enfermedad de transmisión sexual o cáncer. Sin embargo, debes tener en cuenta que en esa área hay piel delicada y muchos vellos, por lo que la causa más común de protuberancias son los pelos encarnados.

Esto ocurre cuando un vello crece hacia adentro de la piel en lugar de hacia el exterior. Esto mismo, hace este lugar más propenso a espinillas y quistes sebáceos, ya que éstos pueden desarrollarse a partir de un folículo piloso dañado o infectado.

Además, el sudor o humedad pueden empeorar las cosas. Por lo mismo, cuando tengas este tipo de granitos, evita los jeans ajustados y opta por ropa más espaciosa y transpirable.

También, las protuberancias pueden ser causadas o empeoradas por el rasurado, la ropa ajustada o la falta de higiene.

Si los tienes, lo mejor que puedes hacer es dejar que la piel sane sola, no apretar los granitos ni ponerle cremas. Si al cabo de una o dos semanas la cosa empeora, visita a un médico.

3. La picazón no es normal

La picazón en la zona íntima indica que algo no anda bien. Si bien es posible que a veces sólo se deba al crecimiento del vello o sensibilidad a algún gel de baño, cuando el ardor o picazón se vuelve intenso, debes visitar al ginecólogo.

Si eres sexualmente activa, tómate exámenes para descartar ETS. Si no tienes este tipo de patología, la picazón puede deberse a desequilibrios bacterianos u otras causas. En ese caso, lo más probable es que te receten antibióticos.

Si tomaste antibióticos y luego comenzó el problema, también existe la posibilidad de que tengas hongos. Y es que estos fármacos matan a las bacterias malas, pero muchas veces también a las buenas, creando el ambiente propicio para el crecimiento de hongos. De ser así, podrían recomendarte un antimicótico.

4. Ojo con los olores extraños

Un cambio en el olor de tu zona íntima puede deberse a cambios hormonales o a infecciones. Por lo mismo, debes prestar atención a las señales que da tu cuerpo.

Si percibes un mal olor, visita a tu ginecólogo y observa si tienes otros síntomas. Podría ser desde una infección bacteriana, pasando por una enfermedad de transmisión sexual hasta nada.

5. Las directrices sobre el examen de Papanicolau (PAP) están cambiando

Antes los ginecólogos solían recomendar tomarse el examen de Papanicolau cada uno o dos años. Pero a partir de 2012, varios grupos médicos como el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos aconsejan hacerlo cada tres a cinco años.

La nueva recomendación es para mujeres cuyo examen ha arrojado resultados normales, y no han sufrido mayores alteraciones en sus estilos de vida.

Según explican en la revista Verily Mag, los expertos temen que tomarse el PAP con mayor frecuencia arroje más falsos positivos y esto conduzca a intervenciones innecesarias.

Pero si tienes VPH (virus papiloma humano) o has tenido resultados anormales en el examen, no puedes regirte por las nuevas directrices. En ese caso, es probable que te pidan tomarte la prueba cada 6 meses.

6. El VPH no sólo se contrae a través de las relaciones sexuales

Contrariamente a la creencia popular, el VPH puede propagarse a través de cualquier tipo de contacto sexual, no sólo el coito.

“El virus del papiloma humano (VPH) se transmite por contacto de piel a piel, cuando alguien toca una verruga o una parte de la piel que la rodea”, señaló Alyssa Dweck, gineco-obstetra de Nueva York y escritora de varios libros, quien aclaró que este virus tiene varias cepas, algunas de las cuales pueden causar verrugas genitales y otras que provocan lesiones precancerosas.

“Las verrugas a veces aparecen en otras partes del cuerpo además de los genitales, como los dedos”, indica Dweck. La experta aseguró que si bien se pueden tomar ciertos medicamentos o utilizar procedimientos para eliminar las verrugas, el virus aún puede quedar en el sistema y reaparecer.

7. Los síntomas normales del Síndrome Premenstrual (SPM) son molestos

El síndrome premenstrual afecta a alrededor de una de cada tres mujeres. Se trata de una condición causada por los cambios hormonales antes de la menstruación. Suele caracterizarse por síntomas como hinchazón, cambios de humor, dolor de cabeza y acné. Algunas mujeres experimentan síntomas menos intensos y otras algo más fuertes. La sensación general de malestar y ansiedad en este periodo es normal.

Por eso, es bueno que durante esos días te centres en aliviar el estrés y llevar una dieta equilibrada con granos enteros, verduras y frutas. Evita el exceso de sal, azúcar, cafeína, alcohol y bebidas gaseosas.

El Síndrome pre menstrual no es normal cuando tu vida diaria se ve afectada y dejas de hacer las cosas que comúnmente haces por sentirte mal. En ese caso, visita a un médico.

8. La baja del deseo sexual no siempre se debe a las hormonas

Muchos asumen que el bajo deseo sexual se debe sólo a fluctuaciones hormonales, pero condiciones como la presión arterial alta y la diabetes también pueden causar este efecto. Lo mismo pasa con la ansiedad, el estrés y el cansancio, que también pueden afectar.

Algunos fármacos y problemas en la pareja también pueden disminuir el deseo.

9. Un buen ginecólogo no te juzgará por tu actividad sexual

Los buenos ginecólogos no juzgan a sus pacientes por tener mucho o poco sexo. El médico necesita saber tu nivel de actividad y si tienes sexo casual, pero no para juzgarte, sino que para hacer un mejor diagnóstico.

“Si no conocemos el estilo de vida de un paciente, no podemos aconsejarlo adecuadamente”, dice Hjort, añadiendo que es importante saber que una conversación honesta es beneficioso para el paciente.

Hjort dice que si notas que tu médico te juzga por tu actividad sexual, es hora de que busques otro profesional.