Luego de que la presidenta Michelle Bachelet a fines de abril anunciara que en septiembre se iniciaría un proceso constituyente, el debate y las diferencias se extendieron al interior de las coaliciones políticas.
Mientras en Renovación Nacional se mostraron a favor de una nueva carta magna, en la UDI sólo se inclinaron por reformas.
“Hay una coincidencia de que Chile necesita una nueva constitución, no nos vamos a restar del debate”, aseguró el presidente de RN, Cristián Monckeberg, tras reunirse en el palacio de La Moneda con el ministro del Interior, Jorge Burgos.
Monckeberg, junto con valorar la apertura al diálogo del nuevo secretario de Estado, expresó que tienen toda la disposición para debatir sobre una nueva constitución y que en la colectividad tienen un equipo de expertos trabajando en esa materia.
No obstante, desde el partido aseguraron que no promoverán la iniciativa, pero que sí están abiertos a la discusión.
En relación al mecanismo para lograr el cambio, el legislador dijo que que aún falta ver qué tipo de procedimiento es el más adecuado, en circunstancias que lo importante es debatir las ideas.
El presidente de Renovación Nacional además emplazó a la Nueva Mayoría a que diga cuáles son los contenidos que desear cambiar de la constitución, ya que hasta ahora no lo han planteado.
Una posición diferente manifestó la UDI. Su presidente, el senador Hernán Larraín, expresó que no es necesaria una nueva constitución para el país.
El parlamentario planteó que en 2005 se hicieron cambios profundos en esta materia, que fueron liderados por el ex presidente Ricardos Lagos y que no es conveniente hacerlo nuevamente, pues genera incertidumbre.
El titular del gremialismo agregó que si el gobierno insiste, están abiertos al debate, pero sólo para que se efectúen reformas y siempre dentro del marco institucional vigente.
Cabe consignar que el senador Larraín se reunirá el jueves en La Moneda con el nuevo ministro del Interior, Jorge Burgos, para abordar la agenda parlamentaria.