Los cuestionamientos a la Unión Demócrata Independiente (UDI) no se detienen. A la investigación judicial que viven varias de sus figuras por el caso Penta, se suman los posibles conflictos de interés que tendrían sus legisladores a la hora de debatir en el Congreso sobre materias que tocan al holding liderado por Carlos Délano y Carlos Lavín.

Es el caso del presidente del partido, Ernesto Silva, quien sigue en el ojo del huracán por poseer acciones de la isapre Banmédica, parte del grupo Penta. Según denunció Cíper Chile la semana pasada, el diputado tiene títulos en dicha empresa a través de la sociedad Inversiones y Asesorías Sydarta, lo que no estaba incluido en su declaración de patrimonio en el Congreso.

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Silva desmintió rápidamente la información, presentando un documento que confirmaba que había vendido sus acciones. Pero, se trata sólo de sus títulos a nivel personal, ya que por medio de Sydarta sigue perteneciendo a la propiedad de Banmédica.

Pues bien, hoy Cíper reveló que el presidente de la UDI ha ocupado su sillón en la Cámara de Diputados para favorecer a Penta y específicamente a Banmédica. Para esto hay que remontarse a un correo electrónico que Carlos Lavín le envió el 10 de enero de 2013 a Silva, manifestándole su preocupación por una propuesta de diputados de la Democracia Cristiana en medio del debate de la ley de isapres.

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“Los DC estarían llevando esta idea del reajuste máximo según IPC de la Salud, para el Plan Garantizado y para el Complemento. Si entendí bien esto, sería de la máxima gravedad”, decía el correo de Lavín, a lo que Silva respondió que “es sólo para el Plan Garantizado”.

Semanas antes, el 6 de noviembre de 2012, el gobierno de Sebastián Piñera anexó una indicación al proyecto de ley de isapres, que cambiaba el espíritu de la iniciativa y estableció una tarifa diferenciada por tramos etáreos y eliminaba un valor único para todos los usuarios de isapres. Dicha idea nació de una propuesta de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, a la que pertenecía Silva y otros militantes UDI.

De hecho, el presidente de la UDI reconoció a El Mostrador que fue “parte del grupo de diputados que solicitó al gobierno presentar esta indicación y creo que es una buena medida, importante y que mejoraba el proyecto”. Finalmente, la indicación fue rechazada por 7 votos en contra y 6 a favor.

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Todo esto ocurrió entre noviembre de 2012 y enero de 2013, cuando Ernesto Silva aún poseía las acciones en Banmédica a título personal, las que según el documento que él mismo presentó fueron vendidas en septiembre de 2013. Pese al evidente conflicto de intereses entre la tramitación de la ley de isapres y la propiedad de los títulos, el diputado no se inhabilitó en la discusión e incluso formó parte activa proponiendo ideas como la que tomó el gobierno de Piñera.

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