¿Alguna vez has deseado tener el cabello, la cintura o el trasero de la celebridad del momento? Lo más probable es que sí y esto ocurre porque al igual que tantas otras cosas, el concepto de cuerpo “ideal” varía según la cultura pop, y no se configura como algo estático.
Asimismo, cuando las revistas como People eligen a la mujer más bella o sexy cada año, simplemente están representando el ideal de belleza que prima en ese instante en los medios de comunicación.
Así lo plantea el portal de bienestar Greatist, el cual elaboró una serie de infografías y un gif que muestra cómo el concepto de “cuerpo perfecto” femenino ha cambiado en los últimos 100 años.
“Esa silueta de la ‘mujer ideal’ ha sido sometida a una serie de espejos (moda, películas, música pop, política). También cambia año tras año, por lo que las cualidades físicas que anhelamos hoy suelen estar en desacuerdo con las de las generaciones anteriores”, indica.
1910: La chica Gibson
El ilustrador Charles Gibson fue en principios de 1900 lo que en la actualidad son los fotógrafos de moda. Sus ilustraciones de la chica perfecta aparecían en revistas como LIFE y Harper.
En ese entonces se anhelaba el cuerpo de reloj de arena extremo, que se lograba gracias a un corsé súper ceñido. La “chica Gibson” -como se le llamaba- tenía caderas y pecho prominentes, peinado abultado y una cintura pequeña.
1920: Adiós curvas
Aquí primaban los bustos y caderas pequeñas. Se le dijo adiós a la voluptuosidad para dar paso a un ideal mucho más delgado. Además, el cabello perfecto era corto y lacio.
En la moda, la cintura de los vestidos y corsés se mueve varios centímetros por debajo del ombligo, por lo que se privilegiaba la apariencia de caderas estrechas. Los vestidos largos, fueron reemplazados por aquellos que mostraban algo de pierna. Margaret Gorman, la primera Miss América coronada en 1921, era el ideal de la época. Ella pesaba 48 kilos y medía 1.55 metros.
1930: La delicada sirena
La silueta ideal era menos cuadrada que en 1920 y regresa la cintura marcada alrededor del ombligo (y no bajo éste como en 1920).
El busto pequeño, sin embargo, sigue primando. Los medios de comunicación abarcan cuerpos ligeramente más curvilíneos. La revista Photoplay declara a la actriz Dolores del Río como el cuerpo ideal.
1940: La chica angulosa
“Gracias a la Segunda Guerra Mundial, los hombros militares (anchos, cuadrados, y agresivos) se convierten en moda. La angularidad está a la orden del día. La línea del busto también asume una postura mordaz, con formas de bala y torpedo”, señalan en Greatist.
El cuerpo perfecto también era de piernas largas, más alto, y la silueta cuadrada.
1950: Reloj de arena
En la década de 1950, el tipo ideal del cuerpo es más similar al de un reloj de arena. La voluptuosidad era admirada por lo que muchas mujeres delgadas buscaban ganar peso. La moda potenciaba las formas redondeadas.
1960: Vuelta a la delgadez
Lo delgado volvió a hacerse presente y quedó atrás la voluptuosidad. Lo ideal ahora se asemeja más al look de modelos como Twiggy, de aspecto inocente. Se buscaba las caras suaves y el cuerpo súper delgado, con busto y caderas estrechos.
1970: La Diva disco
Todavía perduraba el ideal de cuerpo delgado y abdomen plano, pero se anhelaba un busto un poco más prominente. Las telas sintéticas como el poliéster y spandex eran la moda.
1980: La supermodelo
El ideal femenino eran mujeres de piernas largas como Elle MacPherson, Naomi Campbell o Linda Evangelista.
Se comenzó a promover la aeróbica y el trote, los músculos comenzaron a ser aceptables y deseables en las mujeres.
1990: La niña desarreglada
El ideal se encogió y se asemejó más al cuerpo de Kate Moss, más pequeño y más delgado. De la mano de la escena grunge, se admiraba a las chicas con aspecto desarreglado y demacrado, casi como drogadas.
El look atlético ya no era apreciado y en la moda, primaban los jeans sueltos y los suéteres deshilachados.
2000: Belleza pulida
La supermodelo Giselle Bundchen se convierte en el ideal de belleza, según la revista Vogue. Queda atrás la chica demacrada y vuelve la era de los abdominales visibles y el bronceado perfecto.
2010: El culto al trasero
Los traseros prominentes y tonificados es lo que se admira actualmente de la mano de figuras como Nicki Minaj, Jennifer Lopez, Kim Kardashian o Iggy Azalea.
Tras este análisis, en Greatist dicen que estos cambios muestran que perseguir la belleza perfecta es inútil porque no existe como tal. Los ideales y las percepciones cambian, de modo que lo que un día es admirado al otro es repudiado.
“En lugar de perseguir esa lista absurda de atributos, abraza lo que la naturaleza te dio. Y recuerda: La idea de los medios de comunicación sobre la belleza es subjetiva y cambia, pero la confianza está siempre de moda”, indicaron en el portal.