En torno a unos 300 inmigrantes subsaharianos intentaron este miércoles, por segundo día consecutivo, saltar la valla fronteriza que separa Marruecos del enclave español de Melilla, en una acción en la que cinco de ellos resultaron heridos, según la delegación del gobierno.

Los inmigrantes se aproximaron a la triple valla fronteriza “desde sus asentamientos en el monte Gurugú” en Marruecos, informó la delegación del gobierno español en Melilla.

“Unos 140 acaban encaramados en la valla”, donde permanecieron durante “varias horas”, precisó la misma fuente en un comunicado.

La policía marroquí se mantuvo cerca de la valla, mientras que del lado español, los agentes intentaban impedir que los subsaharianos bajaran y penetraran en territorio español.

Únicamente tres inmigrantes lograron finalmente entrar en Melilla “a la carrera”. Dos de ellos se dirigieron directamente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), mientras que el tercero no había sido encontrado a primera hora de la tarde.

La guardia civil los denunciará por “atentado y resistencia a la autoridad”, afirmó la delegación del gobierno de Madrid en Melilla.

Cinco inmigrantes también resultaron heridos al caer de la valla, de 11 km de largo y siete metros de alto.

Tres sufrieron heridas leves y dos fueron hospitalizados en Melilla. Una vez restablecidos, serán trasladados al CETI a la espera de su expulsión.

Un agente de la guardia civil también fue ingresado brevemente en el hospital y fue dado de alta poco después. Otros cuatro agentes fueron atendidos a pie de valla por efectivos de la Cruz Roja.

En la madrugada del martes, otro centenar de inmigrantes había intentado cruzar esta frontera, logrando pasar cinco de ellos.

Los asaltos de inmigrantes a la valla fronteriza suelen ser frecuentes en Melilla, que junto con el otro enclave norteafricano español de Ceuta, constituyen las únicas fronteras terrestres entre África y la Unión Europea.