El presidente electo de Ucrania, el prooccidental Petro Poroshenko, prometió el miércoles aplastar rápidamente la insurrección separatista en el este del país, que corre el riesgo de que Rusia le corte el suministro de gas, afectando también al de Europa.

Ucrania debe pagar 2.000 millones de dólares al gigante ruso Gazprom en el marco de un plan europeo que, por el momento, rechaza.

Las calles del centro de la ciudad de Donestk, en el este de Ucrania, estaban el miércoles vacías tras los intensos combates por el control del aeropuerto internacional que dejaron al menos 40 muertos.

El nuevo presidente ucraniano, Petro Poroshenko, prometió “poner fin a este terror” en una entrevista concedida al diario alemán Bild. “Vivimos una situación de guerra en el este de Ucrania (…) Debemos actuar”, declaró.

“No vamos a permitir por más tiempo que estos terroristas secuestren y maten a la gente (…) ni que ocupen edificios y violen las leyes”, añadió.

Los mandatarios europeos instaron al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a ayudar a su vecino usando su influencia con los rebeldes para poner fin a la insurrección.

Pero la situación seguía tensa en el este de Ucrania, en donde cuatro observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa fueron detenidos el lunes por la noche, presuntamente en un puesto de control de los separatistas en Donetsk, y desde entonces no se han tenido noticias de ellos.

El mediador de la OSCE para Ucrania, el diplomático alemán Wolfgang Ischinger, no excluyó el retiro de los observadores de la OSCE si la situación empeora.

DONESTK, CIUDAD FANTASMA

La ciudad de Donestk estaba desierta el miércoles y sólo había reportes de disparos esporádicos tras una devastadora batalla de dos días en la que más de un centenar de separatistas se apoderaron del aeropuerto local el lunes.

La alcaldía de Donetsk pidió a sus habitantes que no salgan “a las calles, ni a los balcones”.

Varias tiendas estaban cerradas con los escaparates protegidos con tablas de madera o de hierro para evitar los saqueos. Muchas oficinas también cerraron por razones de seguridad, según periodistas de la AFP.

Las calles aledañas al aeropuerto seguían cerradas. Las autoridades ucranianas afirman haber retomado el control el martes por la mañana tras violentos combates, con el apoyo de aviones y helicópteros.

Un video muestra la fachada del aeropuerto internacional Sergei Prokofiev – renovado con 1.000 millones de dólares en 2012 con motivo de la Eurocopa de fútbol – destrozada.

AMENAZA DEL GAS

Kiev y Moscú libran una guerra de gas que preocupa a los países europeos, que reciben el 25% del gas que consumen de Rusia.

Moscú ha amenazado con cortar a principios de junio el gas a Ucrania si Kiev, que acumula deudas con el gigante Gazprom estimadas en más de 3.000 millones de dólares, no paga las entregas de junio con antelación (1.660 millones de dólares).

Según el plan europeo, ambas capitales tienen plazo hasta el miércoles por la noche para aceptar un compromiso para que Ucrania pague en un primer tiempo 2.000 millones de dólares al ruso Gazprom.

Si ambas partes aceptan este plan, se retomarán el viernes las negociaciones sobre el precio del gas que se aplicarán en las próximas entregas.

Ucrania dijo el martes que el plan propuesto por la Unión Europea no le convenía y pidió garantías sobre una rebaja del precio antes de cualquier pago de la deuda.

El jefe del gobierno ucraniano, Arseni Yatseniuk, se trasladó el miércoles a Alemania para entrevistarse con la jefa del gobierno alemán Angela Merkel y participar a una cumbre sobre seguridad energética.