¿Cuál es la fórmula mágica para que un conocido se convierta en un amigo? ¿cómo se construye una amistad con una persona con la que chateas sin parecer un acosador? ¿por qué algunas amistades nunca prosperan a pesar de hacer los mejores esfuerzos?
La doctora en psicología y autora del libro “The Friendship Fix”, Andrea Bonior, dice que algunas personas se plantean estas preguntas al ver que sus intentos por formar nuevas amistades no prosperan.
Para la profesional, muchas veces esto ocurre porque aparecen ciertos obstáculos que tienen que ver con comportamientos comunes que llevamos a cabo sin pensar. Se trata de errores que pueden arruinar fácilmente una amistad incipiente, según la experta. A continuación te indicamos algunos:
1. No hacer preguntas ni seguir las conversaciones
Bonior dice que es común que algunos vean a personas todo el tiempo, pero siempre se queden atrapados en la misma conversación superflua que no va más allá de cómo está el clima.
Según la experta, es importante mostrar interés en las otras personas, con preguntas sobre su vida, sin ser demasiado intruso. “Si no das a la otra persona la oportunidad de expresarse dentro de una conversación, entonces simplemente tendrás un soliloquio(…) Haz preguntas, muestra interés genuino en las respuestas y sigue el tema la próxima vez que veas a esa persona (Por ejemplo, si te habló de su hermano, cuando lo veas de nuevo pregúntale cómo está él). Entonces, y sólo entonces, estás construyendo la base para una verdadera amistad”, afirma.
2. Romper un secreto
La profesional dice que podrías sentirte muy honrado de que tu nuevo amigo te revelara un secreto y no aguantas las ganas de contárselo a alguien más. O, tal vez no crees que era algo tan delicado, por lo que decidiste compartirlo con otros. Cualquiera sea el caso, no hay que traicionar la confianza que la otra persona depositó en ti.
Cuando revelas una confidencia y el otro se entera, quebrantas la confianza y la intimidad que se necesita para formar una relación genuina.
3. Dejar que un pequeño error te paralice
Si haces una broma que molestó al otro u olvidaste llamar un día específico, no te paralices, no significa que la amistad acabó para siempre. Lo mejor, es dar una disculpa amable y específica, además de realizar un esfuerzo para que no ocurra de nuevo. Si te muestras más avergonzado de lo que deberías o exageras la situación, la amistad podría decaer.
4. Imponer planes y quejarse todo el tiempo
Si impones todos los planes, insistes en ir a un lugar en particular o te niegas rotundamente a ir a sitios nuevos, puede que enturbies las cosas. “Las amistades florecen cuando ambas partes están buscando hacer el proceso tan fácil y natural como sea posible. La creación de un grupo de parámetros rígidos sólo hará que tu potencial amigo se pregunte si eres digno del esfuerzo”, indicó.
También es malo estar en el otro extremo, negarte a elegir un restaurante, a pesar de que te lo han pedido 3 veces, no tiene sentido, ya que según Bonior, ayudar un poco con la logística también muestra interés en construir una amistad.
5. Tratar demasiado
La investigación muestra que en general nos suelen agradar las personas que son honestas y auténticas, no las que se muestran demasiado perfectas y pretenden que nunca hacen o dicen algo malo. “Inflarte constantemente puede hacerte entrar en modo de competición, que es mucho más favorable para construir “frenemies” (falsas amistades) que amistades”, explica.
6. Cotillear o ‘pelar’ mucho
A veces un pequeño cotilleo (o pelambre como se conoce popularmente) puede ser divertido, pero hacerlo todo el tiempo puede ser tóxico y dar una imagen equivocada de ti. “Cuando hablas mal de los demás, directa o indirectamente, harás que tu nuevo amigo se pregunte lo que estás diciendo de ella a sus espaldas y podría dar un paso atrás”, indica la profesional.
