El desalojo de una popular casa ocupada desde hace 17 años en Barcelona provocó este lunes importantes disturbios entre la policía y un numeroso grupo de manifestantes, varios de los cuales fueron detenidos.

Aunque durante el día se habían producido algunas escaramuzas entre activistas y uniformados, los principales disturbios se produjeron al atardecer durante una marcha de protesta con varios centenares de personas, en la que un violento grupo de manifestantes quemó numerosos contenedores, rompió escaparates y lanzó piedras contra los agentes y la prensa.

La policía intervino entonces para disolver la manifestación, cargando contra algunos grupos de protestantes y persiguiendo a otros que habían huido por pasajes.

Durante la persecución, algunos vecinos lanzaban objetos y abucheaban a los agentes.

El desalojo de “Can Vies” se había iniciado cuando los agentes empezaron a retirar a una docena de ocupas que se habían atrincherado en el interior del inmueble. “Ha habido varios detenidos pero no podemos precisar el número aun”, dijo a la AFP un portavoz policial.

Ocupada por grupos de izquierda radical desde 1997, la casa se había convertido con el paso de los años en un popular centro social del barrio organizando conciertos, pases de películas, debates o talleres de formación.

El inmueble había sido reclamado por TMB, la empresa pública que gestiona el transporte metropolitano de Barcelona, su propietaria, que pretende derrumbarla para mejorar la urbanización del entorno, por donde circulan una línea de metro y otra de ferrocarril.

Tras meses de negociaciones fallidas entre el ayuntamiento, TMB y los ocupantes de la casa, un juzgado decretó para este lunes el desalojo del edificio, que ya empezó a ser derruido.