“Apología de la intuición” es el nombre de la nueva publicación de ediciones Ariel del prestigioso sociólogo Eugenio Tironi, en la que relaciona la crisis de la democracia con la dependencia de los economistas.

Con la frase emitida por la Presidenta Michelle Bachelet, en diciembre de 2010, acerca de la puesta en marcha del Transantiago “Un instinto mío me decía: suspendamos”, comienza la obra de Tironi.

La política y la democracia, al igual que el capitalismo y la empresa, están acosados por el desprestigio. ¿Hay acaso una conexión entre el descrédito que afecta a unos y otros? El sociólogo Eugenio Tironi sostiene que sí: todos ellos buscaron su legitimidad en la ciencia y los expertos, y como ellos no despiertan la fe ciega de antaño, su legitimidad está por los suelos.

La llamada crisis del modelo, o la profusión de protestas y conflictos sociales, o los reclamos contra el lucro y los abusos, o los llamados al diálogo y la participación, y la demanda por una nueva Constitución, son fenómenos que responden a lo mismo: al fin de los buenos viejos tiempos en que la voz de la ciencia y de los expertos no tenía contrapeso.

Consultado por revista Qué Pasa, Eugenio Tironi señaló que la mandataria a diferencia de su gobernación anterior (2006-2010), asumió un cargo doble en que actúa no solo como jefa de gobierno, sino también, como jefa de Estado, donde debe controlar el desborde de las incertidumbre.

Así mismo, indicó con respecto al rol de la presidenta que “A las sociedades les viene de pronto un shock, una intolerancia a lo incierto, y se refugian en cualquier factor que les dé certeza. Alemania encontró a Hitler. Nosotros terminamos con Pinochet. Y esto los expertos no lo van a observar, porque están tan obsesionados en confirmar la validez de sus hipótesis, que no tienen ojos para observar la realidad”.