La Central Hidroeléctrica Chivilingo podría ser demolida. La decisión dependerá de un último diagnóstico de profesionales técnicos que trabajan en el lugar.

El recinto fue declarado monumento histórico nacional, un hito histórico mundial y en sus planos tuvo participación Thomas Alva Edison. Hoy permanece cerrado al público desde el terremoto de febrero del 2010.

Después de cuatro años de lo que muchos consideran desidia e indiferencia ante este invaluable patrimonio, la central de Chivilingo tendrá quizá su última opción para mantenerse en pie.

Se trata de un proyecto de unos 100 millones de pesos que se adjudicó la empresa Tandem, donde trabajan ingenieros lotinos, para hacer un estudio de diagnóstico y ver si es factible su definitiva recuperación, según explicó el administrador del recinto, Alejandro Sáez.

“Este trabajo se está ejecutando en estos momentos y estimamos que va a demorar unos 60 días. Su conclusión va a indicar lo que se puede hacer en la central o al contrario, también podría decir que no tiene solución y hay que demoler“, advirtió Sáez.

Agregó que actualmente la hidroeléctrica está cerrada, porque sus muros están por derrumbarse. “La central está dañada en sus muros, al menos en un 30%. Arquitectos han opinado que se pueden reconstruir los muros y en eso está hoy el estudio. De lo que no cabe duda, es que la techumbre se va a reparar en un 100%”, explicó el administrador.

La central Chivilingo inició sus operaciones junto con el auge del carbón en 1897 y funcionó hasta 1974. 30 años después fue declarada hito de la ingeniería mundial.

Lo demás es conocido. Se haya a punto de desplomarse y con vergüenza, sus administradores han debido poner la cara y dar explicaciones a los miles de turistas que ven el histórico edificio cerrado y derrumbándose, por proyectos inconclusos, por no generarse recursos para su restauración o simplemente, porque poco interesa su reapertura a los directamente responsables.