Hace dos meses se inauguró el nuevo hospital de Los Ángeles y seguramente muchos no conocen su funcionamiento. Por eso, en un recorrido por las remozadas dependencias, es posible encontrar las fortalezas y debilidades del principal centro asistencial de la provincia.

Imponente es la nueva infraestructura emplazada desde la intersección de las avenidas Ricardo Vicuña y Los Carrera, obra que durante años fue sometida al proceso de normalización para cumplir con los estándares sanitarios vigentes y brindar mayor comodidad a los pacientes y sus familias, provenientes en su mayoría de la provincia de Bío Bío y también de Malleco.

En el acceso principal una brillante placa indica: Complejo Asistencial Víctor Ríos Ruiz, sin embargo más abajo, exhibe con dos letras menos el segundo apellido del ex Presidente Sebastián Piñera “Enenique”, quien recordemos inauguró el remozado recinto en enero pasado.

Al ingresar, por el ala derecha, lo primero es abordar el ascensor, ya que auditores han indicado que éstos no funcionan correctamente, pues habría un problema interno en la conexión del aparato con los siguientes niveles. Lamentablemente, fue imposible subir, lo que se debe a que la seguridad implementada es estricta: en el acceso un guardia verifica que quien entra cuente con un pase de visita.

Al volver por el ala izquierda, el tránsito es algo más expedito, ya que dichos pasillos conectan con el Centro de Diagnóstico Terapeútico. No obstante al llegar a la Unidad de Urgencias, nuevamente un guardia controla el ingreso.

A poco andar, nos encontramos con la figura del “orientador” una persona que viste pantalones negros y camisa verde, quien recorre las dependencias guiando a quienes tienen dudas, apoyando a los usuarios en sus trámites, lo que sin duda se agradece cuando el hospital ha aumentado su tamaño y por ende ha cambiado su estructura.

Nos sentamos, en pocos minutos más serían las 11:00 de la mañana, tiempo en que comienza la hora de visitas en la unidad de medicina. Los espacios de espera son más amplios y cuentan con un mayor número de sillas. Pantallas de televisión exhiben cápsulas informativas sobre los servicios que entrega el complejo asistencial. Mientras, continuamos observando cómo custodian estrictamente el ingreso por los ascensores.

Y también escuchamos a un grupo de personas que comenta que traen agua tibia para el aseo de sus familiares internados, sumándose este testimonio al de auditores, quienes han dado cuenta a La Radio sobre la ausencia de agua caliente en los baños.

El reloj marca las 11 y nos acercamos a la fila en la OIRS -Oficina de Información Reclamos y Sugerencias- para conseguir un pase de visita. Allí la orientadora nos pide acercar la fila hacia la pared, para no entorpecer el paso de las camillas. No conseguimos credencial. La paciente ya tiene un acompañante y ese es el máximo permitido.

De regreso al estacionamiento, vemos cómo en Urgencias el ambiente es menos distendido, no hay espacio para esperar y una gran cantidad de personas aguarda por atención médica.

La Radio se contactó con el equipo de comunicaciones del Hospital de Los Ángeles para obtener un pronunciamiento oficial sobre la falta de agua caliente y los inconvenientes con los ascensores, desde donde se indicó que el Director del Complejo Asistencial estuvo en dos reuniones consecutivas.

Constanza Reyes (RBB)

Constanza Reyes (RBB)