Al menos 33 autobuses de transporte público han sido quemados en la ciudad de Sao Paulo en lo que va del 2014, sin que se pueda confirmar aún si se debe a protestas o delincuencia, informaron el jueves las autoridades.

El último incidente ocurrió en la zona este de la ciudad la noche del miércoles, cuando un grupo atacó y colocó fuego a una unidad de transporte y luego huyó. Según la Policía Militar de Sao Paulo, se desconocen los motivos del incidente.

“Tenemos un autobús quemado por día en enero, y la preocupación es obvia en relación a la seguridad de las personas”, expresó el alcalde, Fernando Haddad. Y admitió que algunos conductores se resisten a conducir por las zonas donde han ocurrido ataques, en esta ciudad que será sede de la apertura de la Copa del Mundo.

“La secretaría de Transportes está en contacto con las concesionarias y el gran problema es que los conductores están siendo amenazados si entran a algunos lugares”, agregó.

“No tenemos seguridad si es el crimen organizado o son movimientos sociales. Pero no es una situación normal y estamos movilizados con el sector de inteligencia”, dijo por su parte el secretario estatal de Seguridad Pública, Fernando Grella.

Ante ello, las autoridades han dicho que van a reforzar la vigilancia.

Algunas unidades de transporte han sido quemadas durante protestas vecinales. Una de ellas ocurrió la semana pasada tras las inundaciones que sufrió un sector de Sao Paulo, debido a fuertes lluvias.

En 2006, una ola de violencia paralizó Sao Paulo por algunos días con saqueos, autobuses quemados y más de un centenar de asesinatos, en una operación atribuida al grupo criminal Primer Comando de la Capital (PCC), que opera desde los presidios y al que también se le atribuyen ataques de menor magnitud a fines de 2012.

Sao Paulo también ha sido recientemente escenario de diversas y consecutivas protestas, muchas de ellas vinculadas al descontento social y en oposición a la gestión del gobernador del estado, Geraldo Alckmin.

Estas manifestaciones se han registrado tras la masiva protesta de junio de 2013, cuando un millón de personas salió a las calles para demandar mejoras en salud y educación y protestar contra los excesivos gastos en la Copa del Mundo.