El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, acusó este martes al ejército y a los opositores rebeldes en Sudán del Sur de robar alimentos y suministros humanitarios, en momentos en que se intensifica el conflicto interno.
Ban mostró su preocupación por el creciente saldo de muertos por el enfrentamiento entre el presidente Salva Kiir y el exvicepresidente Riek Machar e insistió en que los cascos azules de la ONU no ayudarán a ninguno de los dos bandos.
El secretario general “condenó con dureza que se requisen vehículos humanitarios y los robos de comida y otros suministros humanitarios por parte tanto de fuerzas del gobierno como de la oposición”, indicó su portavoz Martin Nesirky.
La declaración se produce horas después de que la misión de la ONU reportara que una docena de personas que se habían refugiado en una base de Naciones Unidas fueron heridos por enfrentamientos entre las fuerzas de Kiir y Machar.
Ban “está alarmado por el creciente número de fatalidades por la continuada lucha en Sudán del Sur”, dijo Nesirky.
“También están profundamente preocupado por el número de desplazados en el país, que ya sobrepasaron los 400.000 esta semana, y los retos que enfrentan los cuerpos humanitarios”, agregó.
Ban volvió a llamar a un cese al fuego para permitir que avancen las negociaciones de paz.