El secretario general de la ONU Ban Ki-moon llegó el lunes a Bagdad para hablar con dirigentes iraquíes sobre la guerra de Siria, cuando arrecia la violencia en la provincia iraquí de Al Anbar.

Ban, cuya llegada fue anunciada por la televisión estatal y por la ONU en su cuenta Twitter, se reunirá con Maliki y con el ministro de Relaciones Exteriores Hoshyar Zebari antes de ofrecer una rueda de prensa.

Según un comunicado de la oficina de Maliki, las conversaciones se centrarán en la situación en Oriente Medio en general y en la guerra de Siria en particular.

Esta corta visita se produce en vísperas de la conferencia de paz Ginebra II sobre Siria prevista para el 22 de enero.

Dicha conferencia reunirá en torno a una misma mesa al régimen y a la oposición para hablar de una hipotética transición política, según el esbozo de una solución firmado el 30 de junio de 2012 en Ginebra pero que nunca se aplicó.

La visita del secretario general de la ONU se produce también cuando cientos de hombres armados, entre ellos yihadistas del Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL, ligado a Al Qaida), tomaron recientemente el control de Faluya y de algunos barrios de Ramadi, dos ciudades situadas al oeste de Bagdad.

Los enfrentamientos, que estallaron el 30 de diciembre con el desmantelamiento en Ramadi de un campamento de opositores al gobierno sunitas, causaron más de 250 muertos, según un recuento de la AFP en base a fuentes médicas y oficiales.

Es la primera vez desde la insurrección que siguió la invasión estadounidense de 2003 que militantes de Al Qaida -que paralelamente se convirtieron en una fuerza importante el el conflicto en Siria-, toman tan abiertamente el control de zonas urbanas en Irak.

Dos años después de la retirada de los últimos soldados estadounidenses, las autoridades iraquíes, entre las que dominan los chiitas, tienen dificultades para hacer frente a los insurgentes, alentados por el conflicto sirio y el descontento de la minoría sunita.