Dentro de las dependencias del complejo penitenciario de Valparaíso existe una poco conocida Unidad, la que vive una realidad muy diferente a la que existe en la gran mayoría de la población penal.

Se trata del centro de estudio y trabajo, el que alberga a 72 internos que viven, se capacitan y trabajan dentro de esta unidad que cuenta con talleres, comedor, sala de estar, celdas para 2 personas, televisión por cable y en donde incluso se les permite a los internos usar teléfono celular.

Todos estos privilegios les son permitidos luego de pasar por un estricto proceso de postulación para ingresar a este sistema de detención compuesto por un equipo técnico, conformado por oficiales de Gendarmería. Así lo comentó el jefe de la unidad, Capitán Luis Ibáñez González.

González, señala que una de las razones por las que se les permiten a los internos ciertos privilegios de una persona libre, es que se sientan lo más cercano posible a la realidad laboral a la que se verán enfrentados al momento de salir en libertad, marcando positivamente la experiencia que se ha vivido durante el tiempo que ha funcionado la unidad.

El oficial, además, destacó que como centro de educación sienten una gran responsabilidad de poder entregarles a estos internos las herramientas que les permitan rehabilitarse de manera positiva para que al momento de volver a la calle sean hombres y mujeres de trabajo y no tengan que volver a delinquir.

Las personas que trabajan en el CET tienen sueldos acorde a sus funciones, existen los aprendices, ayudantes y maestros, los que mantienen incluso sus cotizaciones previsionales totalmente en orden.

Los talleres en los cuales se trabaja son de panadería, confección, agricultura, y madera entre otros.