El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó el jueves al fin inmediato de la violencia en Sudán del Sur, advirtiendo que el país se encuentra al borde de una guerra civil.

“Los recientes combates amenazan con sumir a Sudán del Sur de nuevo en los días oscuros de su pasado”, dijo Obama en una declaración.

“Las luchas para saldar cuentas políticas o desestabilizar al gobierno deben detenerse inmediatamente. La retórica inflamatoria y la violencia deben cesar”, insistió.

“Sudán del Sur está al borde del precipicio”, sentenció el presidente, prometiendo que Estados Unidos seguiría siendo un “socio firme” de la joven nación.

“Sudán del Sur tiene una elección”, continuó. “Sus líderes pueden poner fin a la violencia y trabajar para resolver las tensiones pacífica y democráticamente”, sostuvo.

El miércoles, Estados Unidos desplegó “aproximadamente” 45 soldados en Sudán del Sur “con el fin de asegurar la protección de los ciudadanos e intereses estadounidenses”, dijo Obama en una carta dirigida al Congreso este jueves.

“Esta acción ha sido directamente consistente con mi responsabilidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses tanto en casa como en el extranjero, y en apoyo a los intereses de la seguridad nacional de Estados Unidos y su política exterior, en virtud de mi autoridad constitucional para conducir las relaciones exteriores estadounidenses como comandante en jefe y jefe ejecutivo”, agregó Obama.

La medida llega luego de que Estados Unidos ordenara el martes evacuar a su personal diplomático no esencial de Sudán del Sur y advirtiera a los ciudadanos que no viajaran al país o lo abandonaran de inmediato si se encontraban allí.

Sudán del Sur vive graves tensiones después de la destitución en julio, por el presidente Salva Kiir, del vicepresidente Riek Machar, su principal rival político.

En los enfrentamientos ha habido más de 500 muertos y 800 heridos entre el domingo por la tarde y el martes en Juba, según la ONU.