Irlanda se convirtió oficialmente este domingo en el primer país de la zona euro bajo asistencia financiera internacional que logró salir del rescate, a pesar de que el gobierno advirtió que continuarán las políticas de austeridad.

Por la noche, en un mensaje televisado, el primer ministro irlandés, Enda Kenny, anunció oficialmente la salida del plan de rescate y que “jamás” regresará a una cultura de “especulación y avidez”.

“Irlanda sale del plan de rescate UE-FMI esta noche”, anunció Kenny y añadió que el gobierno presentará esta semana un programa económico de siete años para “garantizar que nunca más la estabilidad de Irlanda se vea amenazada por la especulación y la avidez”.

“Jamás regresaremos a esa cultura”, afirmó.

El país de 4,6 millones de habitantes recupera su independencia económica y financiera después de haber tenido que recurrir a un plan de ayuda de 85.000 millones de euros en 2010, cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria hundió al sector bancario.

Esta “es una etapa importante” pero “nuestras vidas no van a cambiar de la noche a la mañana”, advirtió el primer ministro.

Enda Kenny saludó también los “sacrificios” hechos por la población que sufrió las consecuencias de drásticas medidas de austeridad.

Irlanda, que recibió esta semana los últimos tramos de la ayuda conjunta de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI), es un ejemplo para Chipre, Grecia y Portugal, los otros tres países europeos que siguen bajo asistencia financiera.

Enda Kenny llegó al poder en 2011 con la difícil tarea de volver a poner en pie la economía del país que en los años de bonanza era conocida en Europa como el “tigre céltico”.

“Muchos pensaban que nunca viviríamos este día. En realidad, en algunos momentos, nosotros mismos tuvimos dudas”, reconoció por su parte el ministro de la Reforma, Brendan Howlin.

El gobierno, que la semana que viene anunciará sus intenciones para el futuro económico del país, advirtió sin embargo que seguirá poniendo en marcha medidas de austeridad.

“Tenemos que continuar con la misma política porque el déficit es muy elevado”, dijo el ministro de Finanzas, Michael Noonan.

El viernes, el FMI se felicitó de la aplicación “sin descanso” del programa de reformas por parte del gobierno irlandés cuando entregó el decimotercer y último tramo del rescate de 650 millones de euros. El FMI recordó sin embargo que Irlanda “se enfrenta a importantes desafíos”.

A pesar del saneamiento de los bancos irlandeses, los tests de estrés del sector bancario previstos en toda Europa el año que viene podrían revelar nuevos problemas relacionados con los préstamos hipotecarios no devueltos.

Irlanda puede ahora volver a financiarse en los mercados con tasas de interés razonables, en todo caso inferiores a las de Italia y España. Pero el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) sigue siendo irregular y la tasa de desempleo bastante alta (12,8%).

La economía irlandesa depende además en gran parte de sus exportaciones, una situación frágil en caso de que cambie la situación de sus socios comerciales en una zona euro donde el crecimiento sigue bajo mínimos.

La demanda interna irlandesa también es muy débil a causa del alto nivel de endeudamiento de las familias y de su bajo poder adquisitivo.

Otro signo de las dudas sobre el futuro es que unos 90.000 irlandeses se exilian cada año. Más de una cuarta parte de la población conoce a alguna persona que dejó el país y mas de la mitad de los jóvenes de entre 18 y 24 años piensan en emigrar, según la organización juvenil NYCI.

A pesar de este panorama sombrío, el gobierno decidió salir definitivamente del plan de rescate y renunció a pedir una nueva línea de crédito a sus acreedores europeos que podría haber servido de paracaídas en caso de nuevos problemas.

La Comisión Europea continuará vigilando de cerca la evolución de la economía irlandesa hasta que el país haya devuelto el 75% de las ayudas.