Chile perdió el pasado martes las semifinales del básquetbol y vóleibol damas, y del balonmano varones. En todos esos encuentros los seleccionados nacionales vinieron siempre desde atrás, tratando de trepar una cuesta que finalmente terminó siendo demasiado empinada. Los tres fueron vencidos con claridad.
Pero no todo estaba perdido, pues aún quedaba la chance de alcanzar el bronce. Colombia se interponía en el sueño de ambos equipos de damas, mientras que Paraguay lo hacía en el de los varones. Esta vez, eso sí, los encuentros aparecían parejos, por lo mostrado por los respectivos planteles durante el Sudamericano Escolar de Mar del Plata.
Sin embargo, un halo de mala suerte se paseó por los gimnasios donde Chile disputó sus encuentros. Vamos por parte.
Fue una explosión de llanto. No había consuelo para el sexteto del Colegio Alemán de Santiago, que tuvo a la mano el bronce del vóleibol femenino de los XIX Juegos Sudamericanos Escolares de Mar del Plata, pero que falló en momentos clave.
Al frente: Colombia, rival al que dos días antes habían derrotado por 3-1 en la fase de grupos. Un oponente que ya había demostrado su fiereza en la defensa y su inteligencia para atacar, pero que también mostró los puntos vulnerables que en esa ocasión pudieron explotar las santiaguinas para alcanzar la victoria.
El primer set fue de infarto. A ambos elencos se les notaba el nerviosismo propio de la edad en una fase decisiva. Repartieron errores y virtudes, pero en el remate las colombianas fueron más consistentes para imponerse por 26-24.
Chile sintió el golpe. Y duro. Lo demostró en el segundo parcial, donde se dejó pasar a llevar por sus rivales, entregando esa manga por un rápido 25-16.
Aún había patria, es cierto. El histriónico técnico Ítalo Raggio apeló a sus discursos más emotivos y logró hacer reaccionar a sus dirigidas, que encontraron en sus mejores jugadoras -Camila Gómez, Josefina Vera y Valentina Rodríguez- la pólvora extraviada hasta entonces. En un trámite sencillo, las chilenas se impusieron por 25-16, haciendo renacer las esperanzas de la numerosa barra de familiares que asistió al encuentro.
Colaboró en ese optimismo el desarrollo del cuarto parcial, donde Chile pudo adelantarse en el marcador hasta que quedar 24-21. El conjunto nacional tuvo cinco chances de ganar ese set, pero nunca pudo amarrarlo, hasta que Colombia, que resistió a pura actitud, lo dio vuelta y se colgó el bronce con un 30-28 que cerró la cuenta 3-1 a su favor.
La opción de subirse al podio estuvo ahí, pero el sexteto nacional pagó cara su inexperiencia en los momentos clave. La buena noticia para el Colegio Alemán es que cinco de sus jugadoras aún podrían participar en un eventual segundo Sudamericano Escolar (siempre que clasifiquen, claro); la mala, que sus tres principales figuras quedan fuera por edad.
Los primeros tres cuartos fueron parejos, pero a fines del tercero Chile había logrado dar vuelta el marcador y ponerlo a su favor. Ese parcial terminó 34-28 a favor de las penquistas, quienes encontraron en Yenicel Torres a su líder espiritual y deportiva encabezando la remontada. La alera fue, sin dudas, una de las jugadoras más valiosas del torneo.
Bastaba con hacer un juego inteligente para mantener las distancias, considerando que ambos equipos a esa altura ya eran presa del cansancio. Pero las chilenas comenzaron a cometer errores infantiles, presionadas por el reloj y el marcador. Y lo pagaron demasiado caro: en los últimos 21 segundos les dieron vuelta el partido y terminaron perdiendo por 42-43.
El quinteto masculino, por su parte, venció a Perú 60-58 y se quedó con el quinto puesto.
En tanto que en el balonmano los antecedentes hablaban de un septeto paraguayo muy poderoso. Sin embargo, en la definición por el tercer lugar del balonmano masculino se vio a dos fuerzas muy parejas. Chile ya había dejado atrás resaca de su derrota en semis ante Uruguay y se plantaba con el firme deseo de ganar el bronce.
Las diferencias fueron mínimas hasta el final. Tanto así que el marcador se cerró 21-20 a favor de los paraguayos, que miraban nerviosos el reloj, conscientes de que en el alargue el crecido equipo chileno podía amargarles la jornada. Lamentablemente, no fue así y los niños del Instituto Abdón Cifuentes de San Felipe se quedaron con las manos vacías en una jornada ingrata como pocas.
Finalmente en ajedrez se desarrolló la novena y última ronda del ajedrez del Sudamericano Escolar y Chile enfrentaba a Brasil, líder de la clasificación. Era, obviamente, un encuentro durísimo.
Más relajados que en jornadas anteriores, los especialistas chilenos complicaron más de la cuenta a los favoritos. Tanto así, que terminaron derrotándolos por 2,5 a 1,5. Agustín Pinilla y Cristián Estrada ganaron sus partidas, Mackarena González hizo tablas y Marta Inostroza la perdió.
Con ese resultado, Brasil no sólo perdió el liderato, sino que terminó tercero, detrás de Ecuador y Perú. Chile fue séptimo por equipos.
En los tableros individuales: Agustín Pinilla fue noveno en la mesa 1; Mackarena González, séptima en la 2; Cristián Estrada, segundo en la 3; y Marta Inostroza, séptima en la 4.