Brasil rindió el jueves honores póstumos de jefe de Estado al expresidente Joao Goulart, depuesto por la dictadura en 1964 y cuyo cuerpo fue exhumado para investigar si fue envenenado hace 37 años en Argentina, en el marco de la Operación Condor de represión militar en el Cono Sur.
“Hoy es un día de encuentro de Brasil con su historia (…) esta ceremonia es una afirmación de nuestra democracia”, declaró en su cuenta Twitter la presidenta Dilma Rousseff, una exguerrillera que sufrió cárcel y tortura en la dictadura (1964-85).
Rousseff llegó a la breve ceremonia en la base aérea de la capital acompañada de la emocionada viuda Tereza Goulart.
También acudieron los expresidentes José Sarney, Fernando Collor de Mello y Luiz Inacio Lula da Silva.
Cubierto con una bandera de Brasil, el féretro con los restos de Goulart llegó en un avión militar a Brasilia, donde serán sometidos a una pericia. Instalado en medio de un hangar, el féretro fue recibido con aplausos y poco después tras los honores militares, retirado del lugar.
El cuerpo fue exhumado el miércoles en el cementerio de Sao Borja, cerca de la frontera con Argentina en el sureño estado de Rio Grande do Sul, donde nació el expresidente. Durante 18 horas, varios peritos obtuvieron muestras que serán analizadas en Brasilia.
La exhumación es un pedido de los familiares, que llevan años reclamando que sea investigada la causa de la muerte de Goulart en Mercedes (Argentina), el 6 de diciembre de 1976, oficialmente de un ataque cardíaco.
El cuerpo nunca fue sometido a una autopsia y fue enterrado sin honores de jefe de Estado.
“El retorno del presidente Joao Goulart a Brasilia es una victoria de la legalidad, la democracia y del pueblo brasileño”, afirmó la Comisión de la Verdad, que investiga los crímenes de la dictadura y que apoya la investigación de las causas de la muerte del exmandatario.
“Es un deber del Estado brasileño esclarecer las circunstancias de la muerte del presidente Joao Goulart”, afirmó la ministra de Derechos Humanos, Maria do Rosario.
Especialistas de Argentina y Uruguay, de Cuba y de la Cruz Roja Internacional están en el grupo responsable de la exhumación y la investigación.
Popularmente conocido como ‘Jango’, Joao Goulart presidió Brasil entre 1961 y 1964, y fue obligado a dejar el cargo y el país tras el golpe militar de ese año. Estuvo exiliado en Uruguay y Argentina.
En 2006, el exagente de inteligencia uruguayo Mario Neira, detenido en Brasil por tráfico de armas, dijo que Goulart murió envenenado por agentes uruguayos al servicio de Brasil.
“No tenemos prisa” para realizar las investigaciones, declaró a periodistas el perito cubano Jorge Caridad González, que participó también de la exhumación del cuerpo del guerrillero Ernesto Che Guevara.