Un médico de Neuquén recibió sorprendido a una pareja de gitanos que llegó con su hijo a un control rutinario. Lo extraño era que este matrimonio, sólo meses atrás, había intentado sin éxito una fertilización artificial y ahora aparecían con un bebé, tras un viaje por la región de Valparaíso.

Los hechos se remontan al año 2010, cuando un grupo de gitanos llegó al Registro Civil de Hijuelas a inscribir a un pequeño, asegurando que nació en un domicilio particular. El trámite cumplió los requisitos para un parto casero y no llamó mayormente la atención que los padres fueran de nacionalidad argentina, por tratarse de la comunidad gitana, según señala la investigación de El Observador.

La pareja regresó a la provincia de Neuquén, días después del encuentro gitano realizado a un costado de la Ruta 5 Norte, en la localidad de Artificio. Así fue como el médico que les atendió presentó sus dudas ante la policía argentina, iniciándose -a mediados de 2011- una investigación a ambos lados de la cordillera, para esclarecer el origen del niño y cómo llegó a cuidado de este matrimonio.

La indagatoria a cargo de la Fiscalía de La Calera no ha sido fácil. Murió el propietario del domicilio donde habría nacido el niño, y no encontraron denuncias de algún niño perdido en esos días. En tanto, en Argentina decidieron realizar un examen de ADN a los padres y al pequeño, pero hasta ahora no pueden dar con su paradero. Fue así como se emitió una orden de captura internacional de esta familia, sin resultados aún.

El único avance hasta el momento ha sido la detención, hace unos días en Copiapó, de María Soledad Arístides, una de las gitanas que sirvió como testigo para la inscripción del niño, quien fue formalizada por falsificación de instrumento público y suposición de parto, con la prohibición de salir del país, sin embargo, hasta ahora no ha aportado antecedentes, ni del origen del pequeño, que ahora tendría unos tres años, ni de su paradero.

Según consignó El Observador, la investigación apunta a aclarar cómo llegó el niño a aquella pareja, sin descartar un eventual acuerdo económico entre los presuntos padres biológicos y los adoptivos.