Unas 50 personas en total, entre ellos civiles, murieron el jueves en estallidos de violencia ocurridos en las inmediaciones de Damasco y en las provincias de Alepo (norte) de Deraa (sur), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En Jaramana (suburbio de Damasco), un barrio con mayoría cristiana y en general a favor del gobierno, 18 personas murieron por tiros de morteros realizados desde posiciones rebeldes.

Este barrio se encuentra cerca de la zona de conflicto de Diyabieh y Husseiniye, que se amplió.

Nuevos e intensos combates estallaron entre el ejército, apoyado por el Hezbollah libanés y por milicias partidarias del régimen, y los rebeldes, en las ciudades de Boueida y Diyabieh, cerca de Sayyeda Zainab que alberga una mezquita chií.

Desde hace meses se lucha en esta región, y los combatientes del poderoso movimiento chií Hezbollah, que apoya el régimen de Bashar al Asad, han sido enviados para proteger el santo lugar.

El OSDH dijo que las fuerzas del gobierno habían tomado el control de las aldeas de Cheikh Amro y Bassatin, que están también en la zona.