Se suele decir que política y deporte no es una buena mezcla y que lo ideal es evitarlo. Sin embargo, a lo largo de la historia, innumerables ejemplos demuestran que, guste o no, ambas historias de han entrelazado.

En nuestro país puede llevarse al plano dirigencial, donde reconocidos personajes políticos han incursionado en el mundo deportivo, o cómo algunos otrora emblemas del deporte nacional se han adentrado a las arenas de la política.

Sin embargo, desde el 11 de septiembre de 1973, hubo una forma en que estuvieron ligados que no es necesariamente la mejor para reconocer.

Luego que ese martes el golpe de estado de las fuerzas militares del país quebrara el gobierno democrático del Presidente Salvador Allende Gossens, distintos recintos deportivos se convirtieron en centros de detención, donde de paso, se llevaron a cabo actos de tortura y violación de los derechos humanos de miles chilenos.

Para un amante y simpatizante del deporte, el estadio o gimnasio de su equipo favorito, de la disciplina que sea, es un lugar ‘sagrado’ donde se disfruta (o pasan rabias) junto a los colores de los cuales es hincha.

Sin embargo, no solo el Estadio Nacional, reducto reconocido nacional e internacionalmente por su utilización en dictadura, fue ocupado como centro de detención para dichos fines. A continuación repasamos los coliseos que por un periodo de tiempo cambiaron los vítores y gritos de fanáticos, por otros de dolor y sufrimiento.

Estadio Nacional de Santiago.-

A partir de 12 y 13 de septiembre se transformó en el centro de detención más grande del país. A cargo del Ejército de Chile, por sus camarines y gradas pasaron miles de detenidos por ser contrarios al golpe militar.

De acuerdo a cifras de la Cruz Roja se llegó a tener a cerca de 7 mil personas en el recinto de Ñuñoa, de los cuales, 300 fueron extranjeros.

Estadio Chile (Hoy Víctor Jara)

Recinto cerrado utilizado para la detención de personas por las fuerzas militares. En sus dependencias fue torturado y posteriormente acribillado el cantautor chileno Víctor Jara, quien posteriormente fue encontrado con 44 impactos de bala en su cuerpo

Otro recinto deportivo utilizado en la región Metropolitana para detener a personas fue el estadio Maestranza San Eugenio, utilizado en 1984.

Estadio Playa Ancha (Hoy Elías Figueroa)

Fue uno de los más de 100 centros de detención que se utilizaron en la región de Valparaíso. La cancha donde hace de local Santiago Wanderers estuvo a cargo de la Armada y funcionó hasta noviembre de 1973.

De acuerdo al relato de detenidos, los prisioneros estuvieron en camarines y en la misma cancha del estadio.

Estadio Regional de Concepción (Hoy Ester Roa Rebolledo)

Centro de detención de la capital de la región del Bío Bío. Por siete de los camarines con los que cuenta el recinto pasaron centenas de prisioneros.

De acuerdo a cifras de la Cruz Roja, en octubre de 1973, en el principal reducto penquista habían 589 detenidos, de las cuales 44 correspondían a mujeres.

Cabe señalar que a la cancha ubicada en la avenida Collao en Concepción, se sumaron otros dos recintos deportivos en la región del Bío Bío. El estadio regional de Coronel y el estadio El Morro de Talcahuano, de acuerdo a los registros de MemoriaViva.

Estadio Fiscal de Punta Arenas

Luego del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, en todo el país se comenzó una persecución a los opositores del régimen militar y Punta Arenas no fue la excepción.

En la capital de la región de Magallanes, el estadio Fiscal estuvo a cargo de la Fuerza Aérea de Chile. De acuerdo a cifras y registro. En diciembre de 1973 un total de 38 personas estaban detenidas en el lugar, donde además de vejaciones, tuvieron que trabajar en la construcción del mismo recinto.

El estadio fue utilizado como centro de detención hasta 1974.

Antofagasta, Talca y Osorno.

A los anteriores, se deben sumar los recintos techados del Estadio Español de Osorno, que cuenta con una cancha de básquetbol, y el cual estuvo a cargo del Ejército.

Además, en el norte del país se ocupó para los mismo fines el Gimnasio Sokol de Antofagasta y el Cendyr de Talca.