Bajo la batuta del director británico, Andrew Gourlay, los músicos sinfónicos rendirán homenaje al compositor italiano con la Obertura Nabucco. Además, el solista en oboe Jeremy Kesselman mostrará su talento al público interpretando el Concierto para oboe y pequeña orquesta de Richard Strauss.

El 13 de octubre se cumplen 200 años del nacimiento de Giussepe Verdi, el más notable e influyente compositor de ópera italiana. Para conmemorar este importante hito, la Orquesta Sinfónica de Chile interpretará la obertura de la ópera Nabucco, bajo la dirección del músico británico Andrew Gourlay.

El programa también contempla Concierto para oboe y pequeña orquesta de Richard Strauss en la interpretación del solista de la Sinfónica de Chile Jeremy Kesselman y para cerrar la Sinfonía N°3 de Johannes Brahms. La cita es el viernes 30 y sábado 31 de agosto a las 19.40 hrs. en el Teatro Universidad de Chile.

Giuseppe Verdi antes de componer Nabucco estaba decidido a abandonar la composición musical, hasta que la Scala de Milán le encargó una ópera: Nabuccodonosor. Esta ópera de temática bíblica recuerda la historia del exilio hebreo en Babilonia tras la pérdida del Primer Templo de Jerusalén.

El día de su estreno, 9 de marzo de 1842, su obra se transformó en un éxito tanto por motivos musicales como por razones políticas, ya que los italianos vieron en la trama un reflejo de lo que se vivía en el norte de Italia, que por entonces estaba ocupada militarmente por Austria. Rebautizada como Nabucco, destaca por su lenguaje lírico violento y popular, donde el pueblo emerge a través del coro como un personaje épico e indestructible.

Pieza dedicada

El joven y virtuoso oboísta estadounidense de la Sinfónica, Jeremy Kesselman, ejecutará la segunda pieza del programa, el Concierto para oboe y pequeña orquesta (1945) del músico alemán Richard Strauss. “Este concierto es uno de mis favoritos y considero uno de los mejor logrados de Strauss. Además, es muy especial para mí porque el profesor de mi Maestro, el ex músico y soldado estadounidense John de Lancie, inspiró su creación”.

Según el oboísta -que desde julio de 2011 integra la Sinfónica de Chile- la obra es compleja y demanda mucha fuerza: “obliga a tocar mucho tiempo sin parar, lo que para el oboe es especialmente difícil y muestra el amplio registro que puede alcanzar el instrumento”, dice.

Para culminar, el público escuchará la Sinfonía N°3 de Johannes Brahms, catalogada por Eduard Hanslick, uno de los más respetados críticos del Círculo de Viena hacia fines del siglo XIX, como “la sinfonía heroica del compositor alemán”.

Entrada público general desde $ 5.000 a $ 12.000. Estudiantes desde $ 1.500 en boletería del Teatro Universidad de Chile, Plaza Italia, Metro Baquedano. Venta online en ticketek.cl.