Corea del Sur anunció el martes la anulación de las conversaciones de alto nivel con Corea del Norte previstas el miércoles en Seúl, después de que ambas partes manifestaran un desacuerdo protocolario.

“No habrá conversaciones mañana”, miércoles, declaró una portavoz del ministerio surcoreano de la Unificación, encargado de los asuntos intercoreanos, sin precisar si la cita fue simplemente aplazada o anulada.

Seúl había indicado unas horas antes que existía un desacuerdo sobre la composición de las delegaciones que debían encontrarse en el hotel Gran Hilton de la capital surcoreana.

Corea del Norte ha hecho saber que “nuestro jefe de la delegación le suponía un problema”, había indicado un responsable gubernamental surcoreano, que pidió el anonimato.

Después de meses de tensiones militares y de amenazas apocalípticas nucleares, Corea del Sur y sus aliados, al igual que las potencias regionales, con China y Japón a la cabeza, se felicitan por la voluntad de reanudar el diálogo.

Pero para lograr resultados, las dos delegaciones deben ser llevadas por responsables con la autoridad necesaria para negociar y el fracaso de las tractaciones sobre las delegaciones este martes es señal del grado de desconfianza instalado entre los dos países desde la separación tras la Guerra de Corea en 1953.

Corea del Sur quería dos días de conversaciones entre el ministro de la Unificación, Ryoo Kihl-Jae, encargado de las relaciones con Corea del Norte, y de su homólogo norcoreano, Kim Yang-Gon.

Un diálogo a este nivel no ha tenido lugar desde 2007.

Pero Corea del Norte se negó, y las dos partes acordaron designar a altos funcionarios cuyas responsabilidades en la gestión de asuntos intercoreanos no están claras.

El orden del día se ha limitado, por pedido de Pyongyuang, a una serie de proyectos económicos paralizados.

La presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, dijo el martes esperar que estas conversaciones fueran una primera piedra en un proceso de acercamiento antes de llevar a cabo una paz duradera en la península coreana.