Una jueza de Rio de Janeiro suspendió el jueves el partido amistoso entre Brasil e Inglaterra previsto en el Maracaná el domingo por considerar que el estadio no presenta condiciones de seguridad suficientes para el público, informó el diario O Estado de Sao Paulo citando fuentes judiciales.

La jueza hizo lugar a una solicitud del Ministerio Público estatal que indicó que no se han presentado las garantías correspondientes, “no existiendo hasta el momento la comprobación de que el estadio cumple los requisitos mínimos necesarios para la realización de juegos o eventos”, pese a su reapertura el 27 de abril tras dos años y medio de profunda reforma.

Se esperaba una multitud de 74.000 personas el domingo para lo que sería la segunda prueba para el estadio, tras su reinauguración el pasado 27 de abril, luego de una reforma de dos años y medio.

El fallo, para el que cabe apelación, exige que se presenten los informes técnicos que avalan que la estructura está apta para recibir un evento de más de 75.000 personas.

“A pesar de las innumerables solicitudes hechas por el Ministerio Público, los laudos no fueron entregados en su totalidad, no habiendo, por el momento, la comprobación de que el estadio presenta los requisitos necesarios para la realización de juegos o eventos”, reza la decisión, citada por O Estado.

La celebración de cualquier evento en el Maracaná conllevaría al pago de una multa de 1 millón de reales o 500.000 dólares.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) está recolectando todos los documentos exigidos por la justicia para que “el recurso pierda fundamento y pueda ser revocada”.