Más de 94.000 personas murieron en Siria desde que comenzó la revuelta contra el régimen del presidente Bashar al Asad en marzo de 2011, según un nuevo balance publicado el martes por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Esta organización no gubernamental, cuya sede se encuentra en Gran Bretaña y que recaba los datos sobre la base de informaciones militares y médicas, explicó esta diferencia con respecto al balance publicado el domingo por las informaciones que recibió desde entonces de las regiones alauitas, minoría religiosa en la que profesa Bashar al Asad y que se encuentra controlada por el régimen.

“Según esas informaciones, la cantidad de mártires y muertos desde el comienzo de la revolución siria es de más de 94.000″, afirma en un comunicado la ONG.

El OSDH indicó que recibió nuevas cifras de las regiones de Tartus y de Latakia, corazón de la región alauita en la la costa mediterránea.

La revuelta, que empezó con manifestaciones pacíficas pidiendo democracia, reprimidas violentamente, se transformó en una guerra civil que según la ONU ha dejado 4,2 millones de desplazados y 1,4 millones de refugiados.

Por otra parte, se desconoce la situación de unas 10.000 personas detenidas en las prisiones del régimen así como la de unos 2.500 miembros de las fuerzas pro régimen que son prisioneros de los rebeldes, según el OSDH.