El ex presidente Nicolas Sarkozy, de 58 años, fue imputado este jueves por “abuso de debilidad” de la millonaria Liliane Bettencourt, decisión judicial que hipoteca cualquier veleidad de regreso al primer plano de la política.

El anuncio sorpresivo de esta imputación por el juez instructor Jean-Michel Gentil en Burdeos cerró un día de careos con cuatro miembros del personal de la heredera del gigante mundial de los cosméticos L’Oréal, de 90 años de edad.

La decisión fue anunciada a la AFP por el abogado del ex presidente (2007-2012), Thierry Herzog, que anunció su intención de “apelar inmediatamente”, y fue confirmada por la Fiscalía de Burdeos.

El juez investiga si Sarkozy cometió un abuso de confianza a costa de la mujer más rica de Francia pidiéndole dinero para financiar su campaña presidencial de 2007.

El abuso de debilidad puede ser castigado con tres años de reclusión, multa de 375.000 euros y pena de inelegibilidad de cinco años como máximo

Sarkozy fue confrontado este jueves al menos a cuatro ex miembros del personal de los Bettencourt, entre ellos el ex mayordomo de Liliane Bettencourt, una ex camarera, una enfermera y otro maitre.

El caso fue destapado por la ex contable de los Bettencourt, que declaró a la policía en julio de 2010 que el ex hombre de confianza de los Bettencourt, Patrice de Maistre, le reclamó 150.000 euros en metálico a principios de 2007. De Maistre le aseguró, según la contable, que el dinero era para dárselo a Eric Woerth, entonces tesorero de la campaña de Sarkozy y luego ministro.

Varios miembros del entorno de la millonaria declararon que vieron varias veces a Sarkozy durante ese periodo y afirmaron que en esas ocasiones estuvo con Bettencourt.

Sarkozy afirmó siempre que visitó una sola vez la casa de Bettencourt durante su campaña de 2007, para reunirse brevemente con André Bettencourt, el marido de la millonaria, fallecido en noviembre del mismo año.

Reacciones severas en la clase política

Este es el segundo ex jefe de Estado, después de Jacques Chirac, que se las ve con la justicia. Chirac fue condenado en 2011 a dos años de cárcel condicional en un caso de empleos ficticios en el Ayuntamiento de París cuando era alcalde de la capital francesa.

El 22 de noviembre de 2012, Nicolas Sarkozy fue convocado por el juez Gentil y tras declarar doce horas pasó a ser “testigo asistido”, estatuto intermedio entre simple testigo e imputado, que permitía que su abogado siguiera teniendo acceso al expediente.

Animal político, Nicolas Sarkozy sacudió numerosos códigos durante su presidencia y se ganó tanto entusiasmo como animosidad. Aunque cuente con la presunción de inocencia, su imputación compromete un hipotético regreso a la política. Después de su derrota en la presidencial de mayo de 2012, que ganó el socialista François Hollande, ha cultivado la ambigüedad sobre sus intenciones respecto a los comicios presidenciales de 2017.

“¿Si tengo ganas de regresar? No”, dijo recientemente, según contada el semanario Valeurs actuelles. Antes de añadir que en caso de volver, lo haría por obligación. “No por ganas, por deber. Únicamente porque se trata de Francia”, añadió.

Según los sondeos, sigue siendo el preferido de los electores de la derecha para 2017.

En un comunicado, la presidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, reclamó que el ex jefe del Estado deje rápidamente el Consejo Constitucional, donde no puede estar más “con la imparcialidad y la neutralidad requeridas”.

Portavoz del Partido Socialista, David Assouline estimó que su imputación es “grave”,. Un miembro de la formación opositora UMP de Nicolas Sarkozy, Geoffroy Didier, denunció un “encarnizamiento jurídico”.