La institución de Al Azhar, principal autoridad del islam sunita, espera que con el nuevo Papa, el argentino Francisco, las relaciones con el Vaticano sean mejores que bajo el pontificado de Benedicto XVI.

“Esperamos mejores relaciones con el Vaticano después de la elección del nuevo papa por el bien de toda la humanidad”, declaró a la AFP Mahmud Azab, asesor del gran imán de Al Azhar, Ahmad al Tayeb, para el diálogo interreligioso.

“Cuando aparezca un nuevo rumbo, volveremos al diálogo con el Vaticano que fue suspendido a principios de 2011″, añadió y felicitó a “todos los católicos de todo el mundo”.

En 2006, Benedicto XVI provocó una ruptura con el mundo musulmán al citar a un emperador bizantino que describió al profeta Mahoma como un propagador a través de la violencia de ideas “malas e inhumanas”.

El diálogo fue retomado en 2009 antes de volver a ser interrumpido cuando el Papa hizo un llamamiento a proteger a las minorías cristianas después de un atentado suicida contra una iglesia de Alejandría, en Egipto, durante la noche del 31 de diciembre de 2010 al 1 de enero de 2011.

Al Azhar decidió suspender sus reuniones con el Vaticano al considerar que las declaraciones de Benedicto XVI sobre los cristianos de Oriente eran “ataques repetidos contra el islam”.

Tras la renuncia de Benedicto XVI, dirigentes musulmanes en Egipto previeron una reapertura del diálogo con la Iglesia católica, aunque estimaron que unas mejores relaciones entre la Iglesia y Al Azhar dependían de la postura del nuevo papa ante el mundo musulmán.

Después de las revoluciones árabes de 2011, los islamistas se convirtieron en la primera fuerza política en varios países de la región, complicando las relaciones con las minorías cristianas.

Al Azhar y el Vaticano mantuvieron conversaciones sobre la coexistencia durante el papado de Juan Pablo II, el predecesor de Benedicto XVI.

Tras sus declaraciones de 2006 que provocaron manifestaciones en países musulmanes, Benedicto XVI intentó reparar las relaciones visitando la mezquita Sultan Ahmet en Estambul, en la que fue la segunda visita de un Sumo Pontífice a una mezquita en la historia papal.