El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ganó por estrecho margen las elecciones del martes, lo que le obligará a contar con el partido político de centro, que fue el vencedor inesperado de estos comicios.

Con el 99,5% de votos escrutados, los partidos de derecha y de centro-izquierda empataron en las elecciones legislativas israelíes, según los resultados publicados este miércoles por la comisión electoral central.

El partido centrista Yesh Atid (Hay futuro), creado hace menos de un año, se convirtió por sorpresa en la segunda fuerza del país y Netanyahu tendrá que contar con su líder, el ex periodista Yair Lapid, para formar gobierno.

Con estos resultados, el bloque de derecha nacionalista liderado por Netanyahu, el primer ministro saliente, y el de centro-izquierda, que incluye el partido centrista Yesh Atid, obtienen cada uno 60 escaños.

La coalición Likud Beitenu formada por el Likud de Netanyahu y el partido Ysrael Beitenu liderado por su exministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman obtiene 31 escaños, 11 menos que las anteriores elecciones.

Por su parte Yesh Atid, se convierte en la segunda formación del país con 19 de los 120 diputados del parlamento, por delante del Partido Laborista, que gana 15 escaños.

Entre los otros partidos considerados como aliados potenciales de Netanyahu, la formación ultranacionalista y religiosa Hogar Judío de Naftali Bennett obtiene 11 escaños. El ultraortodoxo sefardí Shas gana 11 escaños y Judaísmo Unido de la Torá, una formación ultraortodoxa askenazi se lleva 7.

En el centro del espectro político, el nuevo movimiento centrista Hatnuá de la exministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, que pide retomar el proceso de paz con los palestinos, gana 6 escaños. Por su parte Meretz (izquierda) consigue 6, los partidos árabes 12 y Kadima 2.

Netanyahu, a pesar de su victoria limitada y de la posibilidad de que el centro-izquierda intente impedir la formación de un gobierno, es el mejor situado para formar una coalición, según los analistas.

Tras conocerse los primeros resultados el primer ministro dijo que quiere constituir un “gobierno lo más amplio posible”.

“Los resultados de las elecciones ofrecen una ocasión de proceder a cambios que piden los israelíes. Tengo la intención de realizar este cambio y para ello formar el gobierno más amplio posible”, declaró ante sus seguidores en Tel Aviv.

Sin embargo el resultado es un fracaso para Netanyahu, que quería una mayoría sólida para tener libertad de movimientos en política exterior, principalmente con los palestinos y la política nuclear iraní.

Los resultados definitivos serán anunciados en una semana. El presidente Shimon Peres iniciará entonces las consultas para determinar quién tiene las mayores posibilidades de formar la nueva coalición y debería sin sorpresas designar al primer ministro saliente para un tercer mandato, el segundo consecutivo.

En una primera reacción palestina, el negociador Saeb Erakat declaró a la AFP que “los resultados de las elecciones israelíes eran un asunto interno israelí”, pero precisó que “sea cual fuere la naturaleza de la coalición gubernamental, debe querer la paz y seguir el camino de una solución con dos Estados para restaurar la credibilidad del proceso de paz”.