Sigue la polémica por la situación del agua en la cuenca del Laja, que abarca al río y al lago del mismo nombre, luego de las denuncias que Endesa estaría efectuando extracciones mayores a la previstas desde el embalse natural.

Dichas extracciones están dejando en mal pie al principal cuerpo lacustre del país, que sólo tiene una capacidad embalsada útil de apenas un 12 por ciento. Eso hace temer que con todo el verano por delante, en que se incrementa la demanda hídrica, no se pueda sostener el riego para las más de 120 mil hectáreas de suelos agrícolas en las provincias de Bío Bío y Ñuble.

Aunque en noviembre comenzó a funcionar una mesa del agua entre los regantes y Endesa, propiciada por la Dirección de Obras Hidráulicas, para modificar el convenio de 1958, el cual regula el uso de las aguas del sistema Laja, los canalistas levantaron su voz de molestia al enterarse que la generadora habría sacado más agua de la permitida.

Héctor Sanhueza, administrador de la Asociación de Canalistas del Laja, se quejó que nuevamente Endesa actúa de acuerdo a su conveniencia, dejando en mal pie a todos los regantes.

De acuerdo al dirigente, la generadora debe reconocer que ocasionó un problema y que debe buscar opciones de solucionarlo, situación que, a su juicio, no ha sucedido.

La mesa del agua propiciada por la DOH funciona en forma paralela a la organizada por la Dirección General de Aguas, que fue destinada a salvar los Saltos del Laja en la época de verano.

En la instancia propiciada por Obras Hidráulicas, se busca modificar las condiciones de uso del agua, de forma de compatibilizar los requerimientos energéticos con la necesidad de las organizaciones de regantes.