Una conferencia dividida en tres: Fin del mundo, Más allá de la muerte y Nuevos casos que no han aparecido en la serie de televisión, realizará el mediador de vivos y muertos hoy en el GAM

Casi como un manifiesto de su forma de ver el don al que por tanto tiempo rehuyó y que plasma en detalle en su recién lanzado libro Yo médium, Sebastián Lía, se describe en su cuenta de twitter. “No soy tu Guru (sic). No soy Harry Potter. No tengo una consulta. No tengo respuestas”.


Exitoso comunicador audiovisual devenido en rostro de TVN como mediador de vivos y muertos (aunque sigue trabajando en actividades nada vinculadas a lo paranormal. “Tengo una vida, no vivo de esto”, dice), asumió el costo de la visibilidad para financiar su investigación IntangibleLab, registro y documentación de las sesiones que realiza. “Quemé mis naves, me había especializado en programas infantiles, es muy difícil ahora que me contraten para eso”, cuenta sobre su pasado como ejecutivo de Cartoon Network.


Racional, agnóstico, particularmente no esotérico, asume el precio de la fama tan sobrio como es su comportamiento cuando está “conectado”. Sin túnicas, ojos blancos, tiritones ni conjuros Lía devolvió la credibilidad al vapuleado gremio.


“Vinimos a profesionalizar, a darle una mirada seria, metodológica y de investigación al tema”, señala en el contexto de la conferencia que dictará en GAM y que se divide en tres partes: la permanente elaboración de teorías conspirativas acerca del fin del mundo, sus ejemplos y razones; su vinculación con la muerte individual y casos inéditos de sesiones con nuevos hallazgos sobre la vida más allá. “No es que se vuelva más sabio, ni que se transforme en un ángel o que se funde con el universo energéticamente. Uno mantiene su personalidad, sus recuerdos, sus mañas. Sigue siendo uno, pero sin cuerpo”.

¿Hay fin de mundo y cambio de era o estamos igual que hace cuatro, diez o 20 años?


Y hace miles de años también. El catolicismo nace como una religión apocalíptica donde la biblia dice que se morían todos ya… es una forma de exteriorizar nuestro miedo personal a la muerte. Es más fácil que le pase a todos y no a mí solo. Es como el dicho: mal de muchos… ¿cómo es?

Consuelo de tontos…


El apocalipsis es un consuelo de tontos porque es un mal de muchos. Y si hay un escenario en particular ahora, tiene que ver con las insatisfacciones personales. Y ahí surge esa necesidad de que algo más tiene que pasar para que esto cambie porque es insostenible.



¿En serio no le tienes nada de miedo a la muerte?


Nunca le tuve miedo, me da pena, extrañar ciertas cosas, mis hijos, las cosas materiales. Pero más que miedo me produce fascinación, eso del túnel, de la luz.

Y desde ahí ¿cómo explicas el miedo que sí le tiene la gente?


Al fin de uno mismo, a la desmaterialización, a desparecer. Hasta el tipo más creyente tiene sus dudas al respecto. Nadie está absolutamente convencido de que hay vida después de la muerte.

¿La hay?


Sí. Seguimos existiendo. Conservamos recuerdos, textos, redes afectivas. Lo que es uno permanece y prevalece. No tengo una explicación de cómo, dónde y cuándo, por eso trato todo el tiempo de buscar pruebas. Si yo fuera una persona creyente no haría esta búsqueda, me aferraría a una que ya existe, pero como no creo busco otra explicación.

¿Y la gente busca explicación a lo que haces?


No, busca saber si sus seres queridos siguen existiendo, que su existencia no ha sido en vano y que estén bien, emocionalmente, que no estén solos o angustiados, en un estado de bienestar.

¿Siempre es así, no?


Sí, siempre. Nunca me ha tocado alguien perturbado.

¿Por qué crees que se genera esa necesidad de mantener el contacto?


Porque seguimos teniendo las mismas respuestas que hace dos mil años. Es lógico que la gente no se sienta conforme, es ilógico que al menos filosóficamente no hayamos logrado establecer otras formas de explicar este tema. Y esto de que la gente va a ver ángeles o a Cristo, es muy difícil de creer con lo que se vive actualmente.

Es más lógico acudir a un médium…


Es más lógico creer que uno se muere y sigue siendo el mismo.

¿Cuestionas tu no creencia?


Me hace buscar. En estas cosas son dos pasos adelante y uno para atrás, uno se pregunta ¿es verdad?, ¿será así?, ¿habré entendido bien?, estamos hablando de sucesos absolutamente invisibles. Es como el wifi, cuesta dimensionar que esté en un plano paralelo, y lo está. Sin embargo podemos conectarnos, bajar archivos… Vivimos rodeados de lo intangible. Y es lo que hago yo: no traten de explicar el wifi, preocúpense que el teléfono tenga internet y que funcione.

Viernes 21 de diciembre,
19.30
GAM
Sala A1

Gratis