Dos extremos son los que ha vivido Osorno entre noviembre y diciembre en lo que respecta a precipitaciones. La comuna actualmente presenta un aumento del 78% de agua caída, mientras que en el mes de noviembre se encontraba bajo el 50% en comparación a un mes normal.

Lo anterior se contrapone con el análisis del porcentaje anual, ya que, según la información proporcionada por el seremi de Agricultura de Los Lagos, Rodrigo Mardones, el mes de noviembre cerró con un déficit de 25%. Sin embargo, explicó, las últimas lluvias han sido más que beneficiosas, logrando reducir la brecha de acumulación anual a un -21% en Osorno.

En lo que va del año, señaló Mardones, el déficit ha disminuido en 10 puntos, donde las precipitaciones llegan a los 1.000 milímetros, a pesar de que la media en Osorno es de 1.200 milímetros anuales. Los datos, añadió la autoridad, fueron obtenidos gracias a la mediciones realizadas en Remehue.

Otra realidad es la que se puede apreciar a través de las mediciones en La Pampa, en la comuna de Purranque, según manifestó el representante del Agro en la zona. En el lugar, dado que es un terreno abierto, se captó una mayor caída de agua, donde la cifra supera los 1.100 milímetros. Al respecto no se puede catalogar, en su opinión, la situación actual como un proceso de sequía a diferencia del mes de noviembre donde la zona estaba bajo un 50%.

El gerente técnico de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno –Sago-, José Antonio Alcázar, explicó que tanto para la ganadería como para la agricultura las precipitaciones de las últimas semanas han sido más que beneficiosas, lo que ha permitido un forraje mejor y en mayor cuantía.

Sin embargo, Alcázar agregó que los agricultores sufrieron el embate de la llamada “helada negra”, de los últimos días de noviembre, sumándose ahora las precipitaciones.

Los fenómenos climáticos del último tiempo dejaron como consecuencia el retraso en el proceso de cosecha de berries, el cual se espera que no empiece más allá de las primeras semanas de enero. Esta temporada la frambuesa presenta una menor calidad y cantidad dada la cantidad de hectáreas perdidas por la helada. Pero, por otra parte, de continuar las precipitaciones, los mayores afectados serían quienes tienen plantaciones de cereales en la zona.

Si las precipitaciones se mantienen la recolección de berries se retrasaría, lo que significa su comercialización a un precio más bajo de lo esperado. Además, afectaría las plantaciones de cereales en su proceso de maduración, arriesgándose la pérdida parcial de los cultivos producto de la aparición de hongos.