El ex número uno del aparato político de ETA, Mikel Albisu Iriarte, alias “Antza”, y su compañera, Soledad Iparraguirre Guenechea, alias “Anboto”, fueron condenados este jueves en apelación a 20 años de cárcel por el Tribunal de lo Criminal de París, que confirmó así el veredicto emitido en primera instancia.

La condena, idéntica a la pronunciada en diciembre de 2010, está acompañada de una medida que les obliga a cumplir al menos dos tercios de las penas de forma efectiva y de una prohibición definitiva de permanencia en territorio francés para los dos acusados.

Se les declara culpables de haber “dirigido” una organización con fines terroristas y cometido numerosas infracciones (robos, falsificación, extorsión, encubrimiento…).

El miércoles, la fiscalía pidió la pena máxima para los dos acusados, es decir 30 años de prisión con la obligación de pasar los dos tercios entre rejas.

El abogado Jon Emparantza en su alegato de defensa de “Antza” y de “Anboto” recalcó que “el tribunal debe saber que su decisión tendrá consecuencias políticas”.

“El tribunal debe decidir si sigue anclado en el pasado y opta por sabotear el proceso de paz o si se torna hacia el futuro”, agregó el abogado.

Considerada organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, ETA anunció hace un año, el 20 de octubre de 2011, que renunciaba a la violencia, tras 40 años de lucha armada.

Hoy, la organización quiere obtener del gobierno español concesiones sobre la situación de sus presos para aceptar un desarme.

Pero España y Francia exigen el desmantelamiento completo de su arsenal y su disolución sin condiciones, a lo que ETA, considerada responsable de la muerte de 829 personas, se sigue negando.