España “no negociará con ETA”, declaró el miércoles el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, rechazando cualquier tipo de diálogo con el grupo armado independentista vasco sobre la cuestión de los presos, tres días después de un nuevo golpe policial asestado en Francia.

“Que ETA quiere negociar con el gobierno el futuro de sus presos y que evidentemente estaría dispuesto a disolverse y desmantelar sus estructuras, entregar las armas a cambio de un acuerdo sobre los presos, sin duda”, afirmó el ministro a la radio Onda Cero.

“Lo que pasa es que el gobierno no ha negociado, ni negocia ni va a negociar” con ETA, aseguró al comentar la detención el domingo en Macon, en el centro de Francia, de Izaskun Lesaka, considerada uno de los máximos responsables del grupo, y a uno de sus lugartenientes, Joseba Iturbide.

El grupo separatista anunció hace un año, el 20 de octubre de 2011, que renunciaba definitivamente a la violencia, tras más de 40 años de lucha armada por la independencia del País Vasco y Navarra.

Pero España, como Francia, exigen el desmantelamiento completo de su arsenal y su disolución incondicionales, lo que ETA rechazó siempre.

Mientras apenas decenas de sus militantes se encontrarían en libertad, ETA reclama un diálogo con los gobiernos español y francés y quiere hacer de sus presos, unos 700 dispersos en cárceles españolas y francesas, el elemento clave para una negociación.

En noviembre del 2011, el grupo se declaró dispuesto a contemplar un calendario de desarme, a cambio de una amnistía para todos sus presos.