El presidente Rafael Correa, quien mantiene un duro enfrentamiento con un sector de la prensa de Ecuador al que acusa de querer desestabilizarlo, dispuso el sábado que su gobierno suspenda la publicidad oficial pagada a los medios de comunicación “mercantilistas”.

Durante su informe semanal de labores, el mandatario se dirigió al secretario (ministro) de Comunicación, Fernando Alvarado, para indicarle: “De ahora en adelante, usted no manda publicidad oficial a los medios mercantilistas”.

“No tenemos por qué, con dinero de los ecuatorianos, beneficiar el negocio de seis familias de este país. No me manda publicidad oficial, se acabó”, agregó Correa.

El gobernante había desafiado a la prensa a que rechace la publicidad oficial pagada, lo que -según Correa- llevó al director ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP), Diego Cornejo, a decir en un medio que los miembros de ese gremio “no van a enviar esa carta porque atenta contra la lógica del negocio”.

La AEDEP está integrada por periódicos populares como El Universo, del puerto de Guayaquil (suroeste).

En febrero pasado, tres directivos y un ex editor de ese rotativo fueron condenados a tres años de cárcel y al pago de una indemnización de 40 millones de dólares a Correa, quien los enjuició por injuria. El mandatario pidió luego anular la sentencia.

“Para qué vamos a seguir llenando el bolsillo de media docena de familias cuando claramente nos dicen que anteponen sus negocios al derecho a estar bien comunicados. Entonces, por qué con dinero del pueblo ecuatorianos vamos a estar beneficiando esos negocios”, declaró Correa el sábado.

Añadió que con su medida se podrá ver “si (los medios) lo hacen por vocación o por negocio la comunicación”.

En junio pasado, Correa prohibió a sus funcionarios conceder entrevistas a medios privados a los que acusa de “mercantilistas” y de tener actitudes “monopólicas”, lo que generó cuestionamientos.

El relator de la ONU para la libertad de expresión, el guatemalteco Frank La Rue, dijo a la AFP en Ginebra que “no creo que un presidente haga bien en decirle a los funcionarios de gobierno que hablen con unos (medios) y no hablen con otros”.

“Eso es meterse en problemas, porque eso es generar un mecanismo de censura ¿Quién determina quienes son monopólicos o no?”, añadió La Rue.