El primer funeral de una víctima de la masacre de Aurora se celebró el miércoles en esta ciudad estadounidense con el entierro de Gordon Cowden, de 51 años, la mayor de las víctimas del tiroteo que dejó 12 personas muertas y 58 heridos la semana pasada en un cine local.

Cowden, que había ido al cine el viernes por la medianoche al cierre de la primera jornada de exhibición del último filme de Batman “The Dark Knight Rises” acompañado por sus hijos adolescentes, fue abatido en el tiroteo masivo desatado por el detenido John Holmes durante la proyección en una sala de esa ciudad en las afueras de Denver, Colorado.

Los servicios fúnebres se realizaron en la iglesia Pathways Church, en Denver, y no se permitió el acceso a la prensa, apenas a allegados.

“Un viajero de mente ágil, con un agudo sentido del humor, que será recordado por su dedicación a sus hijos y siempre haciendo todo lo posible para hacer lo correcto, no importa el obstáculo”, dijo su familia en un comunicado.

Nativo de Waco (Texas) y padre de cuatro hijos (de 16 a 21 años), Cowden vivía en Aurora, y tenía un negocio de bienes raíces.

Para el jueves está previsto el funeral de Micayla Medek (23 años), una estudiante que trabajaba en una sandwichería y juntaba dinero para un viaje a India, en tanto la semana próxima sería en Reno (Nevada) el de Jon Blunk (26), un militar que salvó la vida de su novia empujándola debajo de los asientos pero pereció en la balacera, entre otros.

Holmes, que había abandonado sus estudios de posgrado en la Universidad de Colorado, está detenido en confinamiento solitario en la cárcel del condado de Arapahoe. Las autoridades le trasladaron a la enfermería por su propia seguridad el martes.

El miércoles una cadena televisiva local indicó que Holmes habría enviado un cuaderno “lleno de detalles sobre cómo iba a matar a la gente” a un psiquiatra de la Universidad de Colorado antes del ataque, pero el paquete sin abrir permaneció en una oficina de correo.