Los vecinos de sectores cercanos a la laguna Lo Galindo de Concepción denunciaron un significativo aumento de los delitos conocidos como “pulgazos”. Esto pues jóvenes delincuentes esperan que automovilistas, especialmente mujeres, se detengan en los semáforos para cometer violentos ilícitos.

El semáforo situado en Alonso de Rivera con Lientur, donde se divide Barrio Norte con Villa Cap, se transformó en escenario habitual de delitos, que aterrorizan a vecinos y automovilistas.

Los delincuentes esperan la detención de vehículos en los semáforos, destrozan el vidrio del copiloto con una bujía o esfera de rodamiento, que suelen esconder en la boca, para mediante amenazas con cuchillo o por la fuerza, arrebatar carteras u otras especies, ya que las víctimas son generalmente mujeres, apuntó Ercira Mella, vecina del sector Aguas Dulces, pròxima a la laguna Lo Galindo, la de las coloridas figuras humanas en la superficie.

A fines de junio, una mujer venía desde Talcahuano y se detuvo en el semáforo de Lientur, con su hijo de 7 años, a quien pretendìa acercar al colegio. Ahí la atacaron. Hasta la fecha està en shock, denunció su pareja, quien prefirió el anonimato.

Agregó que los delincuentes actúan coordinamente, al punto que a cien metros del semáforo, un grupo se ocupa de identificar vehìculos donde vayan mujeres solas o con niños y luego avisa a los otros que esperan en la intersección, bien con gestos, silbidos o llamados vía teléfonos móviles.

La vecina de Aguas Dulces teme un descontrol delictual y espera que las autoridades tomen cartas en el asunto.

Una vez cometidos los delitos, los desconocidos escapan a zonas aledañas, por lo que se infiere que viven en los alrededores de donde perpetran los robos, segùn los vecinos, no menos de cinco en el último mes.